En mi anterior nota me refería a la tremenda estupidez e incluso irresponsabilidad con que desde el resto de España se enfoca el tema Catalunya, que hace que la mayoría de catalanes que queremos e incluso exigimos un profundo cambio en las relaciones entre Catalunya y España, pero a poder ser sin ruptura, cada vez estemos más hartos y pesimistas.
Pero las manifestaciones de estupidez continúan. Esta semana el Sr. Montoro ha publicado las balanzas fiscales por CCAA después de haber retocado las cifras como a él le gustan. En el 2005 se publicaron las balanzas fiscales por primera vez en España y al llegar Montoro al Ministerio de Hacienda en enero 2012 manifestó que se iban a publicar con regularidad pero sin basarse en el método de los flujos monetarios que era el utilizado en 2005 y en todo el mundo, porque todo el mundo se equivoca menos el PP. ¿Cómo puede ser correcto un método de cálculo que, todo y haber sido manipulado, en 2005 daba la razón a quienes nos quejamos de la asfixia financiera de Catalunya?. Puso a Angel de la Fuente, catedrático de la casa y dispuesto a trabajar para diseñar el método perfecto y sin discusión para calcular las balanzas fiscales en España y parieron el que bautizaron con el nombre de balanzas territorializadas, aunque hubiese sido más justo y honesto llamarlas balanzas Montoro, y al aplicarlas ¡¡Oh, inmenso milagro!! El déficit fiscal de Catalunya en valor absoluto se reduce a la mitad y el de la CCAA de Madrid se triplica. No hay nada como hacer las cuentas con corrección y seriedad. Con la experiencia que ha adquirido Rajoy con el fiasco de Guindos para presidente del Eurogrupo podría ahora proponer a Angel de la Fuente y Cristóbal Montoro para el premio Nobel de Economía por el Método Montoro de cálculo de las balanzas fiscales, aunque bien pensado mejor no lo haga porque lo más seguro es que se llevasen el premio Nobel a la Desfachatez.
Cuando en el 2012 Montoro montó la estafa de las balanzas fiscales a su gusto, tocaba modificar el desastroso sistema de financiación autonómica, pero la modificación se aplazó sin fecha porque el Sr. Montoro estaba muy ocupado en otras cosas, y además el actual sistema le faculta para hacer lo que le da la gana. Ahora, unos meses antes de las elecciones generales resulta que Montoro ha visto la Luz y ya ha llegado el momento de modificar el bodrio financiero de las CCAA y como anticipo aumentan en 7.000 millones de Euros la asignación de las CCAA para el presupuesto del año próximo. Realmente no tienen ni idea de que es la vergüenza.
Se me cayó la cara de vergüenza ajena al oír como Miguel Angel Revilla se atrevía a explicar lo que le había dicho el Rey en una audiencia privada. Estábamos mal y tuvo que meter baza el peculiar presidente cántabro. Probablemente el Reino Unido es el país europeo que conozco mejor después de España y puedo asegurar sin temor a equivocarme que, por razones de cortesía, lealtad y honestidad, sería muy difícil encontrar a un británico capaz de poner opiniones en boca de su Reina después de una audiencia privada. El señor Revilla afirmó con total falta de la más mínima vergüenza que el Rey le había dicho que la postura de Mas es “irreconducible”, y esto lo dijo a los pocos días de amenazar a Mas con cortar el agua del Ebro para dejar a Catalunya sin agua, y acompañado de la afirmación de que Catalunya todavía debería aportar más porque es una región muy rica. Curiosamente, nunca se ha metido con sus vecinos vascos que no aportan un duro a las CCAA que tienen superávit en la balanza fiscal como ocurre en la del Sr. Revilla. Los catalanes que todavía tenemos esperanzas de una solución vía diálogo le agradeceremos mucho que la próxima vez que le agarren ganas de rebuznar nos deje tranquilos.
Hablando de rebuznar, nuestro Ministro del Interior lo ha vuelto a hacer, ha manifestado que Mas y Junqueras deberían dejar de hacer el indio, algo muy propio viniendo de alguien con tanta experiencia en hacer el indio como para, entre otras barbaridades, haber concedido en 2012 la medalla al merito de la Guardia Civil a la Virgen del Pilar y en 2014 la medalla de oro al merito policial a la Inmaculada Concepción.
Por más vueltas que le doy no puedo entender el terrible desconocimiento del problema de Catalunya que hay en Madrid y en general en toda España. A unas opiniones que no tienen absolutamente nada que ver con la realidad solo se me ocurre una razón: Desde Isabel La Católica, Castilla jamás se equivoca, si lo que piensa la mayoría de la vieja política en Madrid no tiene nada que ver con la realidad, la culpa, sin duda, es de la realidad, que no se adapta a la verdad universal castellana, que tiene la gran propiedad que una vez aceptada ya no hay nada que investigar ni estudiar para sacar conclusiones, porque la realidad es engañosa cuando se desvía de la realidad castellana. O sea, exactamente como en el Imperio del siglo XVI y siguientes.
La realidad es que la gran mayoría de catalanes estamos hartos de ataques a nuestra cultura y nuestra lengua, de que se creen problemas lingüísticos donde no los había, de que se inventen nombres esperpénticos de nuestro idioma para no tener que llamarle catalán, de que se use demagogia barata para acabar con el sistema de inmersión lingüística que es el método recomendado por importantes pedagogos neutrales para defender idiomas minoritarios y además fue aprobado con nota alta por la Comisión de Educación de la Eurocámara en 2009. Hartos de asfixia financiera camuflada por métodos risibles de cálculo de balanzas fiscales, hartos de discriminación en infraestructuras, sobre todo cuando los repetidos e irresponsables incumplimientos del Ministerio de Fomento les hacen perder grandes oportunidades a nuestros puertos y a nuestros exportadores, y hartos de un montón de cosas más que se resumen en que partidos como PP y Ciudadanos, cuando necesitan votos en el resto de España, les basta con darle duro a Catalunya y a los catalanes y tienen los votos asegurados. A consecuencia de este hartazgo una gran mayoría de catalanes, probablemente cercana al 80%, queremos un cambio muy sustancial de nuestro estatus en España sin necesidad de ruptura, pero si no lo vemos posible ni tan solo a niveles mínimos, solo nos quedará la alternativa de la independencia, que por otro lado, y en mi opinión, es la alternativa fija de un porcentaje de verdaderos soberanista más bajo que el que dicen las encuestas.
Este panorama complejo y difícil, que sin duda un referéndum habría aclarado de una vez por todas, al pasar a la realidad absoluta castellana se traduce en una serie de comentarios inconexos y absurdos que van desde que después de tantos años de inmersión lingüística a los catalanes les han sorbido el cerebro, a que un contubernio entre Mas y partidos soberanistas como ERC y CUP han convencido a muchos catalanes de que España les roba, porque pobrecitos, son tontitos.
Si encima que ni Rajoy ni Sanchez quieren iniciar el dialogo al que Mas ha afirmado montones de veces que está dispuesto, ahora preparan barbaridades como el artículo 155 o cualquier otra Ley para anular total o parcialmente la autonomía de Catalunya, que el PP promulgue abusando una vez más de su mayoría absoluta, o no digamos, si Mas pasa aunque solo sea un día en la cárcel, el choque final se habrá producido y nadie puede predecir ni de lejos lo que puede ocurrir.
Y todo porque Rajoy le dio con la puerta en las narices a Mas el 20 de septiembre 2012 sobre el asunto del Pacto Fiscal, porque le preocupaban más sus votantes que solucionar el problema que su propio partido había creado, y también por la misma razón electoral, por no haber jugado la carta del referéndum de manera inteligente como los británicos con la excusa infantil que se lo prohibían el Angel de la Guarda y la etérea Santísima Constitución. España no se rompe, se rompe un manicomio de los peores.