Unas niñas con su cartel escrito a mano en el que se lee "energía atómica no, gracias" se trenzan el pelo.
La comparación entre la catástrofe de Fukushima y la de Chernóbil parece inevitable.
Greenpeace estuvo en la manifestación, así como otros partidos y asociaciones ecologistas. Desde un micrófono se pidió bajar todas las banderas partidistas.
"Cierre, fuera, fin, ahora". El lema de la manifestación fue "Parar las centrales nucleares", y se reunieron personas muy diferentes.
"¿Qué tiene que pasar todavía?" Un doctor de una asociación médica contra la energía nuclear estuvo hablando de las investigaciones de los efectos en la salud tras Chernóbil.
La manifestación tuvo lugar en Rudolfplatz y en la catedral, y después se reunió en la plaza, en la que músicos espontáneos improvisaron canciones sobre Japón y el desastre nuclear.
Sin miedo y a cara descubierta los manifestantes gritaron a su gobierno que pare una energía peligrosa y difícil de controlar.