Miles de cristianos se han manifestado en Lahore (Paquistán), en defensa de los derechos de los cristianos después de un ataque talibán contra dos iglesias que causó 14 muertos y decenas de heridos. Justo después del ataque, se habían producido distintos actos de violencia, incluido el linchamiento de dos hombres que se sospecha estaban vinculados a los suicidas.
Entre otras declaraciones, los interesados señalaron que sienten miedo por el futuro y exigieron protección y justicia.
El Papa Francisco ha condenado los ataques talibanes contra las dos iglesias, subrayando que "nuestros hermanos cristianos derraman su sangre sólo por ser cristianos", después de los atentados más sangrientos perpetrados contra esta minoría desde el llevado a cabo en septiembre de 2013, contra una iglesia de Peshawar, en la que fallecieron 82 personas.