Manifiesto del 8 de marzo de las Diputaciones Andaluzas

MANIFIESTO 8 DE MARZO 2011

Un año más, conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres, y aunque nos encontramos  en un contexto internacional difícil, nos guía la esperanza de que el 2011 sea el año en que se inicie la recuperación económica y comencemos a ver resultados alentadores, producto de las profundas reformas emprendidas, tanto a nivel público como privado, desde lo social, familiar y personal.

Como ha afirmado el Banco Mundial innumerables veces: “En los países donde mujeres y hombres disfrutan de los mismos derechos hay más progreso económico, menos pobreza y menos corrupción”. Es por lo que en estos momentos de crisis se hace más necesaria que nunca la reflexión sobre la manera de conseguir un modelo social más igualitario, más productivo y eficiente que conlleve la eliminación de las desigualdades entre hombres y mujeres. Para conseguirlo, es imprescindible tejer una nueva red de políticas sociales que sean más acordes con la realidad de la sociedad actual donde nos movemos, y diseñar por tanto, un nuevo catálogo de políticas públicas que generen más bienestar social y más empleo, sin renunciar a la cohesión que reduzca los desequilibrios entre mujeres y hombres.

Es la hora de hacerlo con orgullo y confianza, una vez hemos alcanzado las mayores cotas de Igualdad, tanto políticas, legislativas y sociales en la historia de nuestro país, con las Leyes y Planes aprobados en estos últimos siete años como son: la Ley  contra la Violencia de Género, la  Ley de Igualdad,  Ley de Salud Sexual y Reproductiva, modificación del Código Civil en materia de Separación y Divorcio,  Plan contra la Trata de seres humanos con fines de explotación sexual, Plan estratégico Nacional de igualdad de oportunidades, Planes para la igualdad  el Medio Rural, sobre género y Discapacidad así como otras disposiciones normativas y planes  de ámbito autonómico y local. Estos son, en sí mismos, instrumentos extraordinariamente valiosos y positivos, que nos permiten encarar el momento actual en las mejores condiciones.

Hemos logrado el reconocimiento “formal” de la participación de las mujeres en igualdad y en todos los ámbitos, pero sin duda, seguimos arrastrando un gran desequilibrio en la participación, en la toma de decisiones, y en la responsabilidad de lo privado que sigue siendo asumida por las mujeres. Puesto que la  igualdad “real y efectiva” pasa por la incorporación de las mujeres a un empleo de calidad en las mismas condiciones que los hombres, y ello,  exige un reparto igualitario en la esfera de lo privado, de los asuntos domésticos y del cuidado familiar, sólo con participación masculina y con una verdadera corresponsabilidad entre hombres y mujeres se equilibrarán las oportunidades y se producirá un desarrollo humano y económico sostenible.

Las mujeres son la fuerza vital e imprescindible para que nuestro país recupere su bienestar económico, político y social. Por tanto, por razones de Justicia, pero también de eficacia, su  incorporación al mercado laboral en igualdad de condiciones es fundamental para mejorar la calidad de nuestra productividad, y dotarnos pues de un crecimiento económico más eficiente .

Es por lo que la corresponsabilidad en lo privado, el empoderamiento, y la representación en los puestos de decisión, son los instrumentos que en esta conmemoración reivindicamos para remover positivamente las estructuras sociales condicionadas por la  cultura patriarcal.

Para ello, es necesario seguir manteniendo las medidas de incremento de la igualdad en el acceso de las mujeres al empleo, en la igualdad salarial, en la corresponsabilidad y conciliación de la vida laboral y familiar para hombres y mujeres. Si dejásemos en olvido el potencial y la fuerza de la incorporación de las mujeres a un mercado de trabajo estable y de calidad, las reformas emprendidas conducirían al fracaso más absoluto y a la  ruptura de la cohesión social llevándonos a la pérdida de una auténtica democracia que es la que permite el progreso material y humano.

Hoy la ciudadanía está llamada a una lucha colectiva. Somos el conjunto de la sociedad, mujeres y hombres, quienes debemos tomar las riendas de la transformación de este país, no sólo para salir de la crisis actual, sino para protegernos y evitar que vuelva a repetirse en un futuro.

En este 8 de marzo, las Diputaciones de las ocho provincias de Andalucía, queremos reconocer el valor de la lucha de las mujeres por la Igualdad -tal vez, la transformación de más importante calado llevada a cabo en nuestro país en las últimas décadas- , y hacer un llamamiento para trabajar conjuntamente, todos y todas solidariamente por conseguir una mayor corresponsabilidad en lo privado, empoderamiento, y la representación de las mujeres en los puestos de decisión en lo público. ..¡Así las sociedades son más justas!