De la mano de Jesusa Ricoy os presento el manifiesto desde el que nos anima a la Revolución Maternal. Defiendo cada una de sus reclamaciones y os invito a reflexionar sobre ello.
No pedimos disculpas ni pedimos permiso, de hecho no pedimos absolutamente nada. Establecemos aquí y ahora que:
- Nuestro cuerpo es nuestro y no un escaparate, ni un invento, ni una moda de otros.
- Nuestro embarazo es nuestro y es un periodo en la mayor parte de las veces de salud y felicidad y no un continuo desasosiego.
- Nuestro parto es nuestro y es un momento sagrado y de transición que requiere el más absoluto respeto. No se nos maneja, ni dirige, ni se nos interviene a no ser que sea absolutamente necesario, por comadronas que entienden y se han informado sobre esta necesidad.
- Nuestra leche es nuestra, es irreemplazable no entiende de intereses económicos, es nuestra historia, nuestro arte, nuestra cultura, nuestro vínculo y nuestra supervivencia.
- Nuestros hijos son nuestros y no del Estado. Las decisiones en torno a su crianza y educación deben estar libres de presiones políticas, económicas o sociales.
- Nuestro futuro es nuestro y la mujer para poder ser libre debe también serlo como madre, si el feminismo que nos trajo hasta aquí se dejó un trozo de nosotras en el camino no estamos en ningún sitio, no existimos.
Somos mujeres como colectivo, como hermanas, como tribu y no podemos perdernos por el camino.
Desde el útero, desde las entrañas y con el bebé en el brazo exigimos:
♥ Acabar con la promoción de falsos estereotipos de belleza, inventados por las industrias de la moda y de la pornografía y generados por ordenador .
♥ La integración social de la maternidad.
♥ La normalización del pecho como fuente de alimento de nuestra especie y contacto físico necesario para la madre y el bebé. Que la leche artificial se dé únicamente bajo prescripción facultativa.
♥ Que las madres puedan disfrutar de su maternidad y amamantamiento sin presiones económicas, políticas o sociales.
♥ Que la mujer dé a luz en libertad y sin presiones externas, es decir, en su casa o en el hospital, y en sus propios términos siendo informada de sus opciones.
♥ Nadie puede tocar y mucho menos alimentar a nuestros bebés sin permiso y nadie puede interferir en nuestro espacio o tiempo para estar con nuestros bebés.
♥ Que la crianza y educación de nuestros hijos sea una prioridad social, re-evaluada y entendida desde el punto de vista fisiológico y respetando siempre las necesidades emocionales de los niños.
♥ Que los bebés y los niños sean amados y respetados socialmente, cualquier publicidad, publicación o similar que implique que el niño es un estorbo social es denigrante.
♥ Que la promoción y utilización de guarderías y centros en los que dejar a bebés menores de dos años se regularice teniendo en cuenta las necesidades fisiológicas y alimenticias del bebé recomendadas por la OMS y otros organismos similares, si para ello hay que alargar la baja maternal que así sea.
♥ Que la familia sea respetada y apoyada como lo que es, la base social que genera el futuro.
¡¡Viva la Revolución!!