Maniobra Kristeller y violencia obstétrica

Es horrible. A mi me la hicieron en mi primer parto después de haberme violentado emocional y verbalmente por más de 6 horas. El médico que asistía el parto se me sentó sobre la parte superior del vientre aduciendo que mi hija tenía el cordón umbilical corto. Sentís un desgarro indescriptible. Aún hoy la maniobra de Kristeller se usa con frecuencia en los hospitales con el fin de acelerar la última fase del parto. Se trata de una maniobra contraindicada por la OMS, y ha sido prohibida en países como el Reino Unido. La OMS la clasifica entre las que deben emplearse con cautela por no existir evidencias que confirmen su utilidad.

Puede decirse que es una maniobra invisible: no se suele informar a la mujer ni solicitar su consentimiento antes de practicársele. Tampoco se enseña a las matronas en los programas de estudio, sino que se aprende por “tradición oral”, y no es habitual que se refleje en el historial clínico, por falta de concienciación o incluso quizás para evitar complicaciones legales.

¿Qué es la Maniobra Kristeller?

Se realiza empujando con los puños o el antebrazo la parte superior del útero coincidiendo con la contracción y el pujo de la madre. Se suele emplear esta maniobra cuando el expulsivo es muy prolongado,  el feto es muy grande o cuando la madre está cansada y no tenga  fuerza por la anestesia epidural.
El uso de la Maniobra de Kristeller no significa que algo vaya mal, sino que es una ayuda más para el parto. Siempre la realiza un profesional, ya sea ginecólogo o matrona. La maniobra de Kristeller puede ser dolorosa dependiendo de la presión ejercida.  A veces, si la fuerza aplicada es muy grande, la mujer puede quedarse sin aire momentáneamente.
En el postparto pueden sentirse dolores tipo “agujetas” en la zona superior del abdomen secundarias a la maniobra de Kristeller. En ocasiones pueden aparecer pequeños hematomas si la fuerza ejercida ha sido muy grande.

¿Cuándo se usa la maniobra de Kristeller?

La maniobra de Kristeller se suele usar en casos muy puntuales y cuando existe un riesgo probado, tales como:

• Cuando el parto expulsivo por vía vaginal se prolonga en el tiempo y consituye un riesgo latente para la madre y el niño.
• Cuando el bebé es muy grande aún estando colocado en posición correcta.
• Cuando la parturienta no tiene la fuerza suficiente por la anestesia epidural.

Riesgos de la Maniobra Kristeller

Por los graves riesgos que entraña para la madre (por ejemplo, de rotura uterina, hemorragia y fractura costal) y también para el bebé (lesiones de órganos internos, hipoxia y parálisis de Erb, entre otros), resulta fundamental que la maniobra de Kristeller se dé a conocer a las embarazadas, a sus parejas o acompañantes, así como a todas las mujeres, como un primer paso para su desaparición. 

Algo tan sencillo como permitir a la mujer moverse con libertad, elegir la postura más cómoda o, especialmente, colocarse en posición vertical resulta imprescindible para conseguir una ayuda decisiva en el parto: la de la fuerza de la gravedad.

Fuentes:

• elpartoesnuestro.info
  
• natalben.com
• bebesymas.com
• mamikanguro.com/blog