Manipulación de los niveles de testosterona para tratar el cáncer de próstata metastásico

Un estudio reciente ha demostrado que la alternancia entre las inundaciones y el hambre del cuerpo de testosterona ayuda a controlar a los pacientes diagnosticados con cáncer de próstata metastásico.

El tratamiento para el cáncer de próstata implicó reducir los niveles de la hormona masculina testosterona usando fármacos llamados agonistas de la hormona liberadora de la hormona luteinizante (LHRH). Esto se hizo porque se pensaba que la testosterona estimuló las células de cáncer de próstata para crecer. Sin embargo, no hay evidencia que sugiera que la testosterona promueva el cáncer.

Se observó, en una investigación anterior, que las altas dosis de testosterona en realidad podría reducir el crecimiento y matar las células cancerosas. El mecanismo de esto no se conoce, pero se observó que el aumento de la testosterona interfirió con parte del proceso de división celular en las células cancerosas, llamadas licencias de ADN, que parecían causar que las células de cáncer de próstata hicieran roturas en su ADN y murieran. Lo que también se observó fue un fenómeno conocido como senescencia, lo que significa que las células cancerosas estaban presentes, pero no causó ningún problema.

El estudio

En el estudio RESTORE, que todavía está en curso, 47 hombres con cáncer de próstata resistente a la castración y que habían comenzado a metastatizar a otras partes del cuerpo y que no presentaban síntomas, pero cuya enfermedad se había vuelto resistente al tratamiento con enzalutamida (30 pacientes) o abiraterona (en 17 pacientes), recibieron una dosis grande de testosterona (400 mg) que se inyectó intramuscularmente cada 28 días. Estos pacientes continuaron con su terapia con agonistas de LHRH, para inhibir la testosterona producida por los testículos y dejaron de tomar enzimutamida o abiraterona (inhibidores de la señalización del receptor de andrógenos que causan castración química).

El objetivo de este estudio fue exponer rápidamente las células cancerosas con niveles muy altos y luego seguidos por niveles muy bajos de testosterona. Esta forma de terapia se conoce como terapia de andrógenos bipolares (MTD) debido a estos extremos alternos en los niveles de testosterona. Los hombres que mostraron disminución de los niveles de PSA o la enfermedad estable continuó con BAT después de tres ciclos. Si la enfermedad metastásica comenzó a progresar, se trató de nuevo con enzalutamida o abiraterona.

Los resultados

El objetivo del estudio es seguir utilizando 60 hombres con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración, pero los siguientes hallazgos ya se han hecho en los 47 hombres que fueron utilizados.

• Los niveles de antígeno prostático específico (PSA) disminuyeron en alrededor del 40% de los hombres, y en alrededor del 30% de ellos los niveles disminuyeron en más del 50%.
• Las masas prostáticas se encogían en algunos hombres.
• En varios sujetos de prueba la enfermedad no avanzó. Esto incluyó a hombres cuya enfermedad siguió siendo estable durante más de 12 meses.
• Un hombre puede parecer haber sido curado porque sus niveles de PSA cayeron a 0 después de tres meses y han permanecido así después de 22 ciclos de tratamiento, sin rastro de la enfermedad que está presente.
• Algunos hombres informaron otros resultados positivos incluyendo aumento de la energía y la fuerza muscular y disminución de la fatiga.

El significado clínico

El estudio está todavía en su fase de investigación y debe completarse antes de que se obtengan los resultados completos, pero los resultados son inesperados y emocionantes.

El manejo de la diseminación metastásica del cáncer de próstata, que es resistente a la castración quirúrgica y química, podría ahora ser manejado, lo cual mejoraría enormemente el pronóstico del paciente afectado y por lo tanto, ofrecería una mejor calidad de vida.

Dado que el estudio está en sus primeras etapas, los investigadores todavía están tratando de averiguar cómo funciona y cómo incorporarlo en el paradigma de tratamiento para el cáncer de próstata.

Más investigación

Un ensayo aleatorizado en los Estados Unidos usando múltiples centros, llamado TRANSFORMER, está comparando MTD a enzalutamida en 111 hombres diagnosticados con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración cuya enfermedad había avanzado después de recibir abiraterona. Los investigadores afirman que si encuentran que la testosterona es superior a la enzalutamida, se moverán a ensayos clínicos más grandes.

Terapia de testosterona

A medida que los hombres crecen, sus niveles de testosterona disminuyen gradualmente. La testosterona se produce naturalmente por los testículos y estos órganos comienzan a disminuir en función con el avance de la edad.

Efectos de la testosterona

La testosterona es un andrógeno que es una hormona que se encuentra en altos niveles en los hombres. También se encuentra en mujeres, pero en niveles extremadamente bajos. La testosterona ayuda a mantener lo siguiente en los hombres:

• Masa muscular y fuerza.
• Distribución de grasa, manteniéndola alejada del abdomen y las caderas y distribuyéndola alrededor de los brazos y las piernas.
• Cuerpo y vello facial.
• Densidad ósea apropiada.
• Producción de glóbulos rojos.
• Producción de esperma.
• Impulsión sexual / libido.

Cambios en los niveles de testosterona con la edad

Los niveles de testosterona alcanzan su máximo durante la adolescencia y la edad adulta temprana. La hormona entonces comienza a disminuir en aproximadamente 1% por año entre los 30 y 40 años.

Es importante distinguir entre los niveles normales disminuidos de testosterona y cuando el problema está siendo causado por una condición llamada hipogonadismo. Esta condición se produce cuando el cuerpo no puede producir niveles normales de testosterona debido a problemas con los testículos (causa primaria) o con la glándula pituitaria en el cerebro (causa secundaria). Si la causa se debe a una masa en la glándula pituitaria, entonces esto puede tener que ser manejado a través de la intervención quirúrgica.

Síntomas de niveles bajos de testosterona

No todos los hombres experimentan signos y síntomas de niveles bajos de testosterona, pero si lo hacen incluyen lo siguiente:

• Los cambios físicos - pueden incluir disminución de la fuerza y ​​masa muscular, aumento de la grasa corporal en el abdomen y las caderas, disminución de la densidad ósea, hinchazón de los senos (ginecomastia), pérdida del cabello corporal y facial, fatiga y disminución de la energía.
• Disfunción sexual - puede incluir disminución del deseo sexual, menos erecciones espontáneas, generalmente erecciones débiles, eyaculación retrasada, disminución de la sensación durante el orgasmo y la infertilidad.
• Los cambios emocionales - pueden incluir un estado de ánimo deprimido, disminución de la confianza en sí mismo y motivación, sentirse triste y experimentar problemas de memoria y concentración.
• Cambios en los patrones de sueño - insomnio u otros problemas relacionados con el sueño.

Otras afecciones que pueden afectar a los hombres, son diabetes, enfermedades cardiovasculares, apnea obstructiva del sueño, disfunción tiroidea y depresión mayor. Por lo tanto, es importante que los hombres que experimentan estos problemas consulten con sus médicos de atención primaria para que puedan ser examinados e investigar más. Sólo entonces pueden ser diagnosticados correctamente y recibir la gestión correcta.

Manejo de testosterona baja sintomática

La única manera en que se pueden diagnosticar los niveles bajos de testosterona es realizando análisis de sangre para determinar estos niveles. Si el paciente tiene niveles anormalmente bajos de testosterona junto con los síntomas de la condición y donde se han excluido otras causas, el médico del paciente discutirá la terapia de reemplazo de testosterona. Esto incluiría administrar la hormona por vía oral o intramuscular, pero esta última es la vía de administración más efectiva y popular.

Maneras naturales de aumentar los niveles de testosterona incluyen perder peso y aumentar el esfuerzo físico a través de ejercicios cardiovasculares y de entrenamiento de fuerza.