Estoy plenamente de acuerdo con lo que escribe José Peguero, la manipulación informativa tendente a producir sensación, se manifiesta en la prensa dominicana. Cada semana los empleados de determinados programas utilizan este recurso para los asuntos de escasa trascendencia objetiva, pero que despiertan gran interés entre el público, como son las declaraciones que hacen artistas invitados en sus espacios. Estos sensacionalistas se caracterizan por difundir información polémica, chocante o que llama mucho la atención, en perjuicio de las mismas figuras que originan el debate. Es común que en los medios de comunicación se tienda a vertir repetidamente información falsa o dañina.
Los objetivos del sensacionalismo son espurios para el periodismo: la obtención a toda costa de mayor repercusión (audiencia o tirada), y por tanto mayores beneficios económicos, o la manipulación de la opinión pública (con un determinado propósito: empresarial, político, artístico, social o ideológico).
Actualmente, en nuestro país muchos periodistas están redactando las famosas "crónicas rojas" no con la finalidad de informar, sino para despertar el morbo en los lectores.
De esta vaina fue victima Héctor Acosta y si no se toman medidas correctivas inmediatas, serán muchas las figuras que tendrán que decir "NO" a las entrevistas, con tal de no ser utilizados de carnada por estos