Pues esta pregunta tan trascendental y apasionante es la que nos va a ocupar hoy.
Y es que llevamos un tiempo observando que más allá de lo bonito que pueda quedar vuestro hogar, las dudas técnicas os traen por la callecita de la amargura; que si aluminio o pvc, que si plástica o al agua, que si eso del vinílico es sintasol…
Pues bien, aunque hemos ido haciendo post con temas relacionados, hemos querido crear esta nueva sección de - Manos a la obra – en la que vamos a ir dandoos nuestra visión como arquitectas, muchas veces de forma subjetiva aunque si basada en nuestras experiencias, de temas relacionados con el transcurrir de una reforma para así arrojar un poco de luz en este mundo rodeado de polvo.
Hecha la introducción, allá vamos.
Si me preguntas ¿paldur o ladrillo? Yo te respondo ¿kas naranja o kas limón? Cada uno tiene sus gustos, y nosotras no íbamos a ser menos, pues para nosotras es una cuestión de analizar la obra sabiendo las ventajas y desventajas de cada uno.
En España, por tradición, somos muy del ladrillo y todavía miramos con recelo a esas plaquitas ligeras de carton-yeso (Pladur es una marca comercial) que nos parece que van a ser como la casa de paja de los tres cerditos, si recordáis el cuento, veréis que desde pequeños nos inculcan el amor por el ladrillo, peeero no siempre lo que lleva más esfuerzo es mejor.
Si os ponemos ventajas y desventajas de las placas de carton yeso, pues serán las contrarias a las del ladrillo:
VENTAJAS
-Rapidez de ejecución. Con este material levantar la tabiquería en obra es mucho más rápido que con ladrillo, debido a su tamaño y la facilidad de colocación. Por otro lado al no hacer falta agua en su elaboración no necesitamos tiempos de secado, cosa muy de agradecer sobre todo en los meses más fríos y lluviosos del año.
Por otro lado, para acabar el tabique de ladrillo antes de pintarlo hay que enfoscar, enlucir…y eso también lleva sus tiempos de ejecución, sus secados y una mano fina del que lo ejecuta.
-Mejor acabado. Y es que, al ser placas continuas, el acabado es más perfecto. Al final, aunque el albañil tenga muy buena mano, al colocar los ladrillos uno a uno es mucho más fácil que hayan irregularidades en la base que luego se trasmitan en el resto de la capas. Paredes torcidas, esquinas mal rematadas, menos planeidad que se ve sobre todo con luz rasante…
-Poco peso. Y esto hablamos sobre todo de obras de rehabilitación donde no interesa añadir nuevas cargas al forjado.
-No es necesario hacer rozas. Y eso tiene dos cosas buenas, una el tiempo que se ahorra y dos que el tabique de ladrillo a veces acaba pareciendo un queso gruyere perdiendo capacidad de aislamiento térmico y acústico y por supuesto, resistencia. Sobre todo en los tabiques de 7cm que son los más comunes hoy en día para aprovechar al máximo el espacio.
Todas las instalaciones van por el “alma libre” del tabique de pladur y así no hay estos problemas.
-Poco escombro. Porque el cartón-yeso se puede ir cortando sin desperdicio y utilizar el sobrante en otro lugar.
-Más limpio. Que a veces es importante cuando hacemos reformas parciales donde los inquilinos conviven con la obra o de un local que tiene que seguir en funcionamiento.
-Menos grietas. Los edificios se mueven y el pladur, si está bien encintado, genera muchas menos grietas visibles en la pintura que el ladrillo ya que absorbe mejor esos movimientos.
-Versatilidad: Hay muchas variantes de las placas dependiendo de qué se quiera conseguir; mayor resistencia al agua, al fuego, a los impactos, acústicas…así en función del espacio elegiremos unas u otras.
DESVENTAJAS
-Precio. El sistema constructivo con placas de carton-yeso como material es más caro que el ladrillo, el cemento y el agua, pero al reducirse los tiempos de ejecución y la mano de obra, suele salir lo comido por lo servido.
-Transporte. Al ser placas mucho más grandes que el ladrillo es más complicado su transporte y a veces su manipulación y subida a obra.
-Resistencia. Con el pladur tenemos que ser más precavidos y tener en cuenta que si queremos colgar algo con mucho peso en un sitio concreto (muebles de cocina altos, estanterías, muebles de baño) tendremos que reforzar la estructura durante la ejecución. Posteriormente para colgar cosas más estándar hay que usar tacos especiales para pladur. En nuestras obras siempre ponemos placa doble de pladur a las dos caras para ayudar en este tema.
-Aislamiento: Un tabique de pladur sin más a priori trabajará peor que uno de ladrillo en cuanto a aislamiento térmico y acústico pero este problema es fácilmente solucionable poniendo en el alma un aislamiento adecuado y utilizando placas fónicas y dobles. Además, un tabique de ladrillo funciona muy bien cuando es “macizo” pero cuando está lleno de rozas (cosa que el pladur no tiene) pierde sus ventajas en este aspecto.
Como conclusión, deciros que en nuestras obras aparecen indistintamente los dos tipos de construcción, lo que hacemos es analizar muy bien qué es lo que prima en ese caso concreto; ¿tiempos? ¿sistemas constructivos previos? ¿ época del año? ¿van muchos muebles colgados? ¿Vamos a ser muy exigentes con el acabado de la pintura? Queremos trasdosar toda la vivienda? ¿de qué espacio disponemos por ejemplo para trasdosar toda la fachada con aislamiento?
Con este post queremos que le perdáis el miedo al Pladur , pero solo al pladur bien ejecutado porque si os van a poner un tabique sin aislamiento interno , de solo una placa a cada lado y sin paneles fónicos, mejor que sea de ladrillo. ¿Os ha sido útil? Esperamos que nos contéis cuáles son vuestras preferencias y experiencias. Si aun así estáis en plena reforma o planteándoos hacer una y necesitáis ayuda… emmme studio ¿dígame? ;)