Acción y efecto de mantear.
(Artículo escrito por VitoCorleone)******
A veces nos llegan noticias sobre los juegos que el hombre ha usado para divertirse en otros tiempos y en otras latitudes. Una de estas formas de distraer los ocios, y que hoy nos parece muy extraña, es el manteamiento.
Manteamiento se forma del verbo mantear, y éste, a su vez, se forma de manta; consiste en usar una manta que varias personas sostienen por las orillas para lanzar al aire a otra persona, esperar a que caiga y volver a lanzarla; y volver a esperar que vuelva a caer a la manta para lanzarla al aire de nuevo... una y otra vez.
Un famoso manteamiento es el que hallamos en Don Quijote de la Mancha. El valeroso caballero de la Mancha observa cómo su escudero es manteado y no puede acercarse para socorrerlo. Don Miguel de Cervantes nos lo cuenta de este modo:
"Y allí, puesto Sancho en mitad de la manta, comenzaron a levantarle en alto y a holgarse con él como perro por carnestolendas...""Las voces que el mísero manteado daba fueron tantas que llegaron a los oídos de su amo... Viole bajar y subir por el aire, con tanta gracia y presteza... ni el volador Sancho dejaba sus quejas, mezcladas ya con amenazas, ya con ruegos; mas todo aprovechaba poco, ni aprovechó, hasta que de puro cansados le dejaron". (Don Quijote de la Mancha, primera parte, capítulo XVII).
Y un poco más adelante, la palabra manteamiento vuelve a salir a colación:
--Así debe ser-- respondió Sancho--, puesto que yo no lo sé; sólo sé que, después que somos caballeros andantes, o vuestra merced lo es (que yo no hay para qué me cuente en tan honroso número), jamás hemos vencido batalla alguna, si no fue la del vizcaíno, y aun de aquélla salió vuestra merced con media oreja y media celada menos; que, después acá, todo ha sido palos y más palos, puñadas y más puñadas, llevando yo de ventaja el manteamiento...(Don Quijote de la Mancha, primera parte, capítulo XVIII).
Un manteamiento tiene toda la apariencia de ser un juego inocente, de acuerdo con lo que se desprende de su descripción. Pero por sus resultados en la humanidad del escudero del famoso hidalgo, es evidente que el manteamiento más que un juego puede ser un castigo, pues este resultado fue la angustia, el dolor y el sufrimiento del leal escudero.
Pero con todo y su aparente inocuidad o con sus posibles secuelas dolorosas, la palabra manteamiento designa una acción que para nuestra fortuna, nunca o casi nunca se realiza en nuestro medio y es un juego que ya nadie juega, aunque la palabra, rara, simpática y hasta un poco ingeniosa seguirá estando viva en nuestro idioma y será una de las tantas palabras casi mágicas que nos transportan a ese mundo encantador de que siempre nos habla don Miguel.******
¡Gracias VitoCorleone!... ¡Hasta la próxima voz de áurea decadencia y lustroso renacimiento! ;-).