Algo tiene la repostería de conventos que hace que sean mis preferidas. Seguramente el cariño y alguna ayuda divina tiene que ser porque no puede estar más buena.
Dice la historia que se empezaron a elaborar de las manos de las monjas del monasterio de Sancti Espíritu de Astorga, debido a todo el éxito empezó a fabricarse fuera del convento creándose así los primeros obradores en el siglo XIX. La receta original se hace con manteca de cerdo, antes con la de vaca. Perdonadme en Astorga, lo voy a hacer con mantequilla y a probar a ver como me sale lo de la cestilla, pero como de momento no se puede viajar, vamos a apañarnos, como decía mi abuela.INGREDIENTES:
8 huevos
250 gr de azúcar
150 de mantequilla
400 gr de harina
1 cucharadita de levadura
Canela
ELABORACIÓN:
- Batimos los huevos y añadimos el azúcar. Mezclamos todo bien hasta obtener una pasta blanquecina.
- Añadimos la mantequilla reblandecida previamente y volvemos a mezclar.
- Agregamos la harina poco a poco junto a la levadura hasta obtener una masa espesa.
- Precalentamos el horno a 160º y vamos rellenando las cajitas o canastitas de magdalenas (lo mejor serían las cajitas para que la receta sea lo más parecida a la original). Rellenamos por la mitad, le espolvoreamos azúcar e introducimos al horno unos 15 minutos (según horno). O simplemente has la prueba de pinchar.
El resultado no dejo indiferente a nadie en mi casa, como se suele decir voló en la misma tarde. Aprovechando que el frío aprieta nos pusimos un chocolate caliente y disfrutamos de estas mantecadas que seguro que repetiremos, aún así, que suerte sería estar en Astorga y probar unas autenticas mantecadas que seguro saben divinas.
Os dejo un enlace aquí, en el que una señora con bastante arte nos enseña como hacer las cajitas. Disfrutadla mucho que son muy sencillas.