¿Recuerdas la primera vez que viste una camel back? No sería hace muchos años, porque esa herramienta tan útil para los bikers, sobre todo, lleva poco tempo entre nosotros. De hecho seguramente la primera vez que la viste (recuerda, recuera) te pareció un poco extraña e incluso ridícula. ¿Yo llevando eso? Nah, imposible, puede que pensaras. Pero sí, ahora la llevas, y de hecho se ha consolidado tanto que en cada grupeta siempre varios llevan este accesorio. Lo cierto es que no es de extrañar, ya que la camel back es tan útil como fácil de llevar. Lejos quedan aquellos enormes complementos de hace años, cuando la camel back podía llegar a hundirte la espalda en algunas subidas realmente duras. No, hoy es muy sencillo, y un elemento indispensable para muchos.
Pero claro, la camel back no es inmortal, y su mantenimiento es una de las cosas que más preocupa a los bikers. Ya no hablamos solo de velar porque la bolsa no tenga ninguna fuga (y la sensación de que te estén mojando la espalda gota a gota en plena salida es suficientemente incómoda como para tener en cuenta este factor, te lo podemos garantizar) sino velar, sobre todo, por la no aparición de hongos en su interior. Y es que, además de ser peligroso para la salud, es una auténtica guarrada, ¿verdad? Así que hoy te vamos a enseñar un par de trucos para quitar los hongos de tu camel back y prevenir futuras reapariciones.
Bien, primera advertencia…nunca, y hemos dicho nunca, uses lejía para estos menesteres. Y sí, ya sabemos que es lo que usas en casa o en el garaje para quitar los hongos, pero aquí hay que tener mucho cuidado, porque de la camel back bebemos agua. Y el que ice lejía dice también otros elementos corrosivos que venden en las grandes superficies…mejor evitarlos todos.
Por eso, si queremos limpiar la bolsa de forma profunda debemos usar alguno de los muchos kits de limpieza que existen en el mercado, y que incluyen tanto los propios productos que vamos a necesitar como los soportes donde colgar la camel back para poder acceder a los más intrincados huecos. Estos kits son bastante económicos y resultan realmente una inversión muy interesante para cualquier aficionado biker.
Para prevenir que vuelvan a aparecer esas colonias de hongos hay un truco tan eficaz como sencillo, que consiste en lavar bien la camel back después de cada salida, enjuagándola posteriormente hasta que quede lo más seca posible, y a continuación meterla en la nevera, donde las bajas temperaturas actúan de forma naturalmente como prevención ante esas colonias indeseadas. Te prometemos que de esa horma tu camel back tendrá mucha más vida útil.
También podemos aplicar algunos consejos que evitarán que aparezcan los tan temidos hongos en tu bolsa. Algunos son de pura lógica ciclista, como es el de secar bien la bolsa después de cada salida (si lo puedes hacer con un secador de los del pelo mejor que mejor, ya que de esa forma los resultados son inmejorables), y otros quizás nos sean más extraños, como el intentar evitar llevar bebidas energéticas dentro de la bolsa, ya que sus azúcares propician la aparición de hongos. Lavar la bolsa a fondo, fijándose bien en los recovecos y lugares más apartados, o dejar unas gotitas de limón dentro de ella entre salida y salida de vez en cuando (el ácido es corrosivo para los hongos), son otros de los consejos que podemos daros. Ah, y sobre todo evita dejar la bolsa expuesta de forma directa al sol, ya que sus rayos no solamente favorecen la aparición de microorganismos, sino que además degrada sus tejidos y la camel back tendrá una vida útil mucho más baja. Teniendo en cuenta estos consejos ya puedes salir con tranquilidad a devorar kilómetros sin preocuparte de los hongos.
Así que ya sabes…sin excusas, sal a pedalear.