Da limpieza y mantenimiento a tu bicicleta en este periodo invernal.
La temporada de invierno está aquí y muchos ciclistas piensas parar por un momento su actividad en la bicicleta (ya sea para realizar otras actividades deportivas o simplemente descansar y relajarse) hasta la entrada de la primavera; si es así, entonces te invitamos a realizar un mantenimiento periódico de tu bicicleta en lo que se encuentra guardada para que la tengas a punto para cuando quieras volver a recorrer los caminos con ella.
Realiza la limpieza en todas sus partes.
Mantenimiento de ruedas y sus partes
En primer lugar las ruedas; si bien es muy recomendables que revises constantemente que tus cubiertas no contengan ningún tipo de piedra o cristal incrustado en su superficie (para no provocar pinchazos), también deberás de desinflarlas ya que si contienen gran cantidad de presión se puede provocar la deformación de tu cubierta e incluso podría llegar a deteriorar la carcasa de protección; si lo anterior sucede, inevitablemente tendrás que cambiar las cubiertas.
En cuanto a la llanta, en términos generales, deberás de realizar una limpieza periódica con un poco de agua con jabón y un estropajo para no acumular polvo; en tanto puedes observar si tus ruedas cuentan con algunas fisuras en cabecillas o si hay algún tipo de golpe, elementos que si no se atienden pueden llegar a provocar roturas en la estructura de la rueda.
También el bujes de tu rueda necesitarán de una limpieza y revisión (el buje no debe tener holgura y no se debe bloquear; y si así sucede se deben de ajusta con el equipo adecuado); en dado de los casos que hallas exprimido al máximo tus rudas y bujes, entonces deberás de desmontar los ejes, limpiar tanto rodamiento como eje y pista y darles el debido engrasado (es muy similar el mantenimiento para el núcleo, únicamente que aquí, también, se revisarán muelles y trinquetes –y en dado de los casos sustituirlos-).
Finalmente, para terminar con el mantenimiento a tus ruedas, observa que los radios se encuentren muy bien tensos y ajustados (si no están bien, deberás de realizar el ajuste y tensión sobre tus radios); incluso si observar que algunos de tus radios podrían estar dañados (ya sea doblado o rasgado) lo más recomendable es que lo cambies.
Por un largo periodo de inactividad puedes tener problemas al momento de volver a usarla.
Mantenimiento de dirección y set de bielas
Ahora vamos al frente de tu bicicleta, en la dirección; recuerda que después de un año de uso se deben de revisar y limpiar los rodamientos, para ello se requiere de desmontarlos y engrasarlos. Si observas que tus rodamientos ya no ajustan como deberían y están algo flojos, entonces deberán de ser sustituidos por unos nuevos.
En la parte media de tu bicicleta se puede hallar pedales, platos y cadena; para los pedales se recomienda que además de limpiarlo hay que lubricarlos (al igual que el muelle y el sistema de resorte); además de lubricar el área dónde apoya y causan fricción tanto el pedal como la cala; con respecto a la limpieza del pedal, deberás de dar mantenimiento al eje y comprobar que este muy bien engrasado (como una nota adicional, observa que las calas de tus zapatillas no estén desgastadas o si requieres de cambiarlas).
Para los platos sólo requiere del uso de una broca para la limpieza y ten a la mano algo de líquido desengrasante para mantenimiento y puesta a punto de esta pieza (de ser necesario, observar la tornillería que va sujeta a las bielas y realiza un apriete confiable y seguro). En tanto para el mantenimiento de la cadena (una de las piezas de tu bicicleta que mayor desgaste sufre), deberás de desengrasarla para retirar toda la suciedad y si no piensas utilizarla se recomienda que utilices un tipo de vaselina neutra que ayudará a recubrirla (con lo cual, además, evitas el óxido –si tienes problemas con la aplicación de la vaselina, la puedes diluir en baño maría y utilizar una brocha para la aplicación-).
Cuando llegas al eje del pedalier, uno de los puntos de mayor importancia en tu bicicleta, esta pieza, por lo regular, tiende a estar sujeto a que se introduzca agua o un poco de lodo, por lo cual se debe de desmontar, limpiarse a fondo, dársele grasa y mantenimiento (al igual que a la caja del pedalier).
Al final tu compañera de entrenamientos y diversión te lo agradecerá.
Mantenimiento de cambios y frenos
Con relación al casete, es una pieza que por bajo mantenimiento y poco uso se puede llegar a entumecer; para estar perfectamente en funcionamiento y a tope lo mejor el verificar que fluya bien, que la pieza se encuentre limpia y, con la ayuda de una brocha y desengrasante, poner especial atención en la coronas; operación que deberá ser llevada a cabo desmontada (de igual manera puedes engrasar y dar mantenimiento al núcleo), y cuando termines del mantenimiento y limpieza verifica que todo quede muy bien apretado.
Los cables y fundas son piezas que por suciedad y constante uso se puede llegar a bloquear y no permiten el correcto accionamiento de frenos y cambios; revisa que no muestren signos de desgaste o que estén deshilachándose, mantenlos bien lubricados y limpios; si percibes que no están accionando fluidamente frenos y cambios entonces deberás de cambiarlos.
El desviador y el cambio son elementos que te permiten disfrutar al máximo de tus paseos; en particular el desviados debe mantenerse limpio y muy bien lubricado en todos sus puntos para el giro, reduciendo al máximo posibles fricciones que pueden impedir su óptimo funcionamiento (aquí es recomendable alojar la cadena en relación al plato pequeño, ya que por un largo periodo de inactividad se puede quedar sin precarga los muelles y se limita el periodo de uso del desviador).
En tanto que en el cambio, también, tiene que haber limpieza con especial atención en roldanas y rodamientos de las ruedecillas (elementos que, también, deben ser lubricados), y una recomendación muy útil es que mantengas engrasado el piñón pequeño con la finalidad de no tener que forzar el muelle en el cambio y que no halla perdida de tensión.
Las zapatas también debes contar con su adecuado mantenimiento, al ser piezas que constantemente están en contacto con tus ruedas lo mejor es limpiarlas y lijarlas; observando de no hallar restos de materiales descompuestos y cristales que puedan perjudicar las ruedas. Y una vez ubicados en esta área se deben observar los puentes de freno, dando limpieza y lubricación (principalmente en el punto para el giro) a la vez que debes de revisar que estén correctamente ajustados, y para su óptimo funcionamiento (si no son usados) lo mejor es dejarlos sueltos y destensados de las manetas con la finalidad de que los muelles no pierdan tensión y no queden con marcas camisas y cables.
Mantenimiento de sillín, tija y cinta de manillar
Por último, después de haberle dedicado unos cuantos minutos a tu bicicleta, recuerda tu sillín y tija. El sillín debe mantenerse muy limpio y seco, aplicando un poco de vaselina (esto para prevenir que se deteriore la superficie de tu sillín); mientras que la tija deberá ser desmontada para ser limpiada, a la vez que debe ser engrasada al momento de montarla nuevamente en su sitio (al igual que se debe aplicar un poco de grasa en el tubo del sillín), con lo anterior se puede evitar que en futuras ocasiones se pueda bloquear y no pueda ser retirada del cuadro de tu bicicleta.
Por último la cinta de tu manillar también deberá ser limpiada con jabón neutro o champú con tal de eliminar toda la suciedad y restos de sudor acumulados que pueden haber quedado por el contacto de tus manos con el manillar. Recuerda que tu bicicleta no es sólo tu herramienta para viajar de un lado a otro, también es tu compañera de entrenamientos y diversión.
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