El partido contra Irlanda parece tener un guión preestablecido, aparte de por la diferencia de calidad entre ambos contendientes, la procedencia y trayectoria del seleccionador irlandés, Trappatoni, confirman esta tendencia. Es bueno, recordar de vez en cuando, unas pautas que debería seguir el combinado español para tratar de superar el entramado rival:
- Amplitud: Ante la reducción de espacios propuesta contrarrestar con justo lo contrario, abrir el campo. Jugar con extremos o jugadores que posicionalmente partan desde la cal, para esto, visto el plantel que suele manejar Del Bosque, Jesús Navas podría ser una buena opción. Incluso Juanfran, en la figura de lateral ofensivo, puede ser de la partida, posibilitaría, con Jordi Alba en la otra banda, jugar con 2 jugadores en la teórica posición de extremos, 2 interiores, 1 mediapunta y 1 delantero.
- Referencia: Si en el partido anterior la noticia fue la ausencia de una referencia, en este partido, la presencia de la misma se antoja casi imprescindible. Se puede optar por 2 formatos, uno más orientado al desmarque, que podría ser Torres y otro más de presencia en el área, Llorente. Claro que siempre está la posibilidad de Negredo, mezcla de los 2. En casos como el de este partido, la opción de un delantero bueno en espacios se difumina, ya que no va a tener muchas posibilidades de demostrar sus cualidades. Seguir como en el primer partido, sin un delantero nato, puede beneficiar en el aspecto de dejar sin alguien a quién marcar a los defensas, pero en este caso, parece contraproducente. Un 9 corpulento permitiría aprovechar lo dicho en el punto 1, lanzando centros laterales para intentar que el delantero remate.
- Velocidad: En el movimiento de balón, combinándola, en la justa medida, con paciencia, debe acabar por abrir una brecha en la poblada defensa, las combinaciones al primer toque y pareces entre jugadores de gran calidad son uno de los armas principales. Lo complicado es, precisamente, el mantener la precisión necesaria, sobre todo en la parte central del campo, que va a estar superpoblada.
- Tiros lejanos: Algo en lo que no suele prodigarse mucho la selección nacional, no sólo es importante probar a disparar desde fuera del área para intentar conseguir un gol, sino también para provocar una segunda jugada, tras un rechace o para hacer que la defensa salga algo de su posición, para tapar.
- Balón parado: Seguro que hay numerosas oportunidades, tanto córners como faltas, en el fútbol moderno es imprescindible cuidar este tipo de juego.
- Concentración: Sobre todo defensiva, no permitir ni una ocasión, así como marcar en los primeros minutos puede suponer el que a Irlanda se le caiga el castillo de naipes, recibir un gol supondría un reforzamiento moral muy importante.