Revista Opinión

Manual de okupación. ¿En qué acabará todo esto?

Publicado el 28 agosto 2016 por Elblogderamon @ramoncerda

¿Sabían ustedes que existe un manual de okupación que se puede descargar gratuitamente de internet?

Introducción del manual de okupación

Quienes editamos este manual pretendemos difundir la okupación como herramienta revolucionaria, que permita a las personas proporcionarse, por sus propios medios, un lugar digno donde vivir y desarrollar proyectos que partan de la autogestión, encaminados hacia la construcción de una sociedad más horizontal. La práctica de la okupación tiene enfoques muy distintos y son las personas que la llevan a cabo las que determinan su sentido. Este manual no pretende en modo alguno ser la única referencia de la okupación en Madrid, puesto que esta es una práctica que se remonta a la antigüedad, y expertas hay tantas como personas que okupan. Nuestra intención es difundir y socializar el conocimiento acumulado, así como prestar asesoramiento técnico a los grupos o individuos que se decidan a okupar. Desde el nacimiento de las oficinas de okupación -en Inglaterra y Holanda durante la década de los 70-, estas han proliferado en distintas ciudades y han realizado, a lo largo de décadas, una importante tarea de asesoría y apoyo. En Madrid, además de talleres prácticos sobre temas concretos, se han establecido horarios de asesoría en algunos centros sociales okupados para las personas interesadas. Podéis obtener más información en okupatutambien.net

Así están las cosas

#manual de okupación

Un manual de okupación disponible en la red. ¿Se puede permitir tal cosa?

Durante los años del boom económico en el estado español -que dio lugar a la fiebre de la especulación inmobiliaria- la vivienda se convirtió en una excelente mercancía con la que obtener grandes ganancias. Solo había que invertir el dinero acumulado y sentarse a esperar a que los precios siguieran aumentando como hasta entonces. «¡Para qué trabajar, para qué producir, si con la especulación urbanística nos podemos forrar!» Pero, ¿quién en su sano juicio iba a pagar esos precios por una vivienda? Posiblemente nadie. Pero si algo tiene de peculiar este sistema es su capacidad para generar consumo. Los medios de comunicación nos repitieron, una y otra vez, que estábamos creciendo y que, por lo tanto, podíamos y debíamos consumir. Quienes se dedican a la política profesional, además de corroborarlo, han estado facilitando y promoviendo la compra y la construcción de nuevos inmuebles con sus leyes y actuaciones. Guiándonos por esos mensajes, fuimos al banco para ver si nos podíamos comprar ese pisito en el barrio y, ¿qué nos dijo? Que nos subvencionaba la casa al 100%, que nos daba 6.000€ más para los muebles, 10.000€ para el coche y 2.000€ para unas buenas vacaciones de verano. Gracias al endeudamiento barato, millones de personas hipotecaron sus vidas para poder seguir el ritmo de consumo que el sistema incentivaba. Sin embargo, la burbuja explotó, quedando claro que ese supuesto crecimiento y bienestar no era real, ni sostenible en el tiempo. En los últimos años, el estado español ha destacado, entre otras cosas, por haberse convertido en uno de los países con mayor número de impagos de hipoteca, con el índice más alto de desahucios de la Unión Europea, derivando en una situación paradójica: cada vez hay más gente sin casa y más casas vacías, entre 5 y 6 millones de viviendas desocupadas, según las últimas estadísticas.

El argumento que plantean es válido, ¿pero podemos permitir la okupación? Hace unos días vi una noticia en la que se decía que una familia había okupado la vivienda de una joven mientras esta estaba de vacaciones? ¿No es esto la ley de la selva? La burbuja inmobiliaria fue un asunto penoso y ha traído muchas y malas consecuencias, pero ¿justifica la okupación?

El manual de okupación incluye cosas como consejos para identificar la vivienda o edificio a okupar, un plan de entrada al inmueble, consejos para reventar cerraduras (supongo que esto será ilegal) y consejos para atrincherarse en el interior y resistir a las actuaciones policiales.

Ramón Cerdá

Si tienen curiosidad por leer el Manual de Okupación, este enlace estaba activo al publicar la entrada.


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