Mi padre es un hombre extraordinariamente pragmático. Cuando le digo que algún paciente ha mejorado se queda sorprendido. Supongo que piensa que la psicología es una especie de chamanería o brujería. Pero le gusta. Siempre se ha sentido atraído por la mente. La cuarta pauta no va de padres. Va de una frase suya que me ha repetido casi desde siempre: “Para cada persona, su dolor es el más grande”. Es dentista, supongo que de dolores, algo entiende.
Se suele decir con bastante alegría que hoy vivimos mejor que nunca. Y más. Más y mejor. Lo de mejor viene a ser porque tenemos smartphones o microondas, por el avance tecnológico. Lo de más, obviamente es por los años. Pero quizá esta sea una de las mayores falacias de los tiempos modernos. El número de suicidios aumenta, las enfermedades mentales se expanden y estigmatizan, las drogas (el alcohol lo es) causan verdaderos estragos y la gente ha perdido incluso el derecho a quejarse o a reivindicar una vida medianamente digna (comer y dormir). Las personas sonríen en medio de esta tiranía de la felicidad pero muchas están jodidas. Si te lamentas por haber perdido el trabajo, porque no te paguen o porque tu pareja se está follando a medio vecindario corres el riesgo de que alguien te llame “persona tóxica”. Respecto a lo de vivir tantoooooooo tiempo… personalmente no me gusta el plan de pasar los últimos años de mi vida abandonado en una residencia como un mueble o en una casa sin poder salir esperando que alguien (que no suele ser un familiar cercano) me traiga algo de comer y beber. No me parece todo este plan “vivir mejor…y más que nunca, GUAU! YUPI!”. Pero claro quizá yo sea un tipo tóxico de esos.
Así es como llega mucha gente a consulta. Diciendo que se siente mal por sentirse mal. Que hay muchas desgracias, y claro, su dolor no se puede comparar con cosas infinitamente más graves. Mal de muchos… En parte, la comparación puede servirnos para relativizar y darnos cuenta de que a veces exageramos un poco. Pero no podemos sentirnos culpables de estar mal. Estar triste, mostrar desesperanza o preocupación por el futuro y una cierta nostalgia o melancolía de momentos pasados no es malo. Igual que no lo es estar jodido ante las injusticias o ante las malas situaciones que puedan sucederse en nuestra vida. De hecho, las cosas que no están bien, nos tienen que molestar, indignar. Lo humano es querer cambiar, querer mejorar, no quedarse sonriendo como un gilipollas mientras pierdes partes de la trilogía: salud, dinero y amor.
No quiero reivindicar el estar mal porque no creo que en realidad aporte valor a la vida. Pero joder, si estás mal, no pasa nada. Puede pasar. No te estanques en la queja, ponte a pelear por cambiar las cosas.
O pide ayuda, que para eso estamos…
Pautas del manual 1 – 2 - 3