Cada vez con más las personas que buscan un transporte alternativo que los haga escapar del estrés del tráfico, y que encuentran en la bicicleta un medio ecológico, saludable y económico.
En la actualidad, ya han sido varias las noticias sobre enfrentamientos en la circulación o saciones administrativas a ciclitstas que incumplían las normas del tráfico; ante tales precedentes, no sería extraño que en viarios años se creara una licencia para poder circular en ciudad con bicicleta. Sobre esta suposición, Manual del Ciclista Urbano, de Charles Haine, podía asemejarse al tipo de libro preparatorio de un examen teórico sobre la bicicleta en ciudad.
El libro no explica nada que tenga que ver con preferencias o señales de tráfico o preferencias, pero cubre un amplio campo de conocimiento sobre la circulación por ciudad en bicicleta. Manual del ciclista urbano explica cómo evitar enfrentamientos con coches y peatones, colisiones y accidentes y daños en la bicicleta mediante sencillos consejos, como pueden ser alejarse de la acera, saber subir banzos o la importancia de mantener la calma.
Una amplia parte del libro tiene que ver con todo lo relativo a la parte física de la bicicleta, como sus diferentes variables, o la descripción y clasificación de las diferentes partes que la componen; manillar, ruedas, sillín, etc. Además, aporta nociones de mecánica básica mediante la explicación sencilla de diferentes operaciones: engrasar rodamientos, reparar ruedas pinchadas, solucionar el chirrido de frenos…donde incluye diferentes maneras de personalizar la bicicleta en sus diferentes partes, o incluso construir una nueva.
Por último, el libro añade propuestas variadas para el ocio en bicicleta, desde grupos pro-ciclismo urbano hasta colectivos, pasando por vacaciones en bicicleta…e incluso citas románticas a dos ruedas.
Manual del ciclista urbano es, en definitiva, lo que en su título describe: una guía sobre ciclismo en la ciudad. No divierte, ni se lee de una vez, pero está lleno de conocimiento y cumple lo que promete.
Dafne Calvo
Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.
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