Revista Filosofía

Manual para civilizar personas iii

Por Occidental En Lucha @occidentaldecad

FASE II

APRENDER A SER VIRTUOSO (AUNQUE ESTO PAREZCA UNA UTOPÍA O UNA ANTICUALLA FILOSÓFICA)

Una vez hemos dado la impresión social y superficial de "civilizado" debemos llevar esa sensación a nuestro espíritu, interiorizarla para conseguir no sólo ser ejemplo por nuestra cortesía sino por nuestros hechos e ideales. Para ello debemos meditar sobre nuestra naturaleza humana, describirnos como bellos entes que..... NO. Eso es una somera estupidez o gilipollez como diríamos coloquialmente. La verdadera conversión está en los hechos. Si uno es capaz de llevar su idea a hechos concretos esa idea se convierte en fe, prédica, se hace real a través nuestro. No hace falta ser un Jesucristo Superstar. Simplemente entender el concepto fundamental de lo que es virtud y aplicarlo. Para aprender a ser virtuoso hay que saber lo que es virtud. Para Platón las virtudes esenciales nacían del amor al conocimiento y se podían resumir en fortaleza, prudencia y templanza. Fortaleza para mantener el tipo en los momentos difíciles en que las pasiones o las debilidades humanas intentar socavar nuestra voluntad. Prudencia para conseguir el conocimiento de lo justo. Templanza para lograr su ejecución equilibrada.

Para Aristóteles, en línea en cierto modo con Platón, el concepto de justicia supone la clave del virtuoso. Lo justo es lo que no se tuerce ni a un lado ni a otro. Da lo que corresponde. Responde por tanto al concepto de equilibrio. De ahí la máxima "en el punto medio está la virtud". Estas son dos visiones de la virtud pero nos dan pauta de cómo podemos entender el concepto. En mi propia opinión la virtud humana reside en todas aquellos hechos, conocimientos e ideas que engrandecen la dignidad o el honor ya sea desde un punto de vista personal o humano. Desde un punto de vista personalista esto puede suponer virtud para algunos y vicio o monstruosidad para otros. Desde la perspectiva de la dignidad, entendiendo la dignidad por lo que cada uno con sus actos se valora a sí mismo entramos en el concepto de justicia al igual que los clásicos griegos.

La dignidad humana reside, entendida por mí de un modo general en aquellas cualidades que diferencian al hombre de los animales en cuanto a aspectos tanto físicos (muy pocas veces citados) como psíquicos (incluyendo aquí mentales y espirituales).

Algunos de los físicos son por ejemplo el bipedismo, la ausencia de bello facial ya sea de manera natural como intencionada (esto proviniente de la tradición griega occidental, vamos de la civilización pura y dura tal y como la figuramos) y la capacidad de mirar a lo alto de manera ininterrumpida entre supongo muchas otras que se nos ocurran en la observación corporal. Como mentales, fundamentalmente, la memoria permanente, por la que llegamos a la conciencia de nosotros mismos, al ego,  y por tanto al recuerdo de nuestros actos y los hechos que nos acaecen y, por otro lado, la capacidad de razonar o mejor dicho lo que en filosofía llamaríamos Logos, tomando conciencia de esos hechos y su responsabilidad y minorando los apetitos animales y egoístas anejos a nuestra condición. El ejercicio de estas aptitudes potencia nuestra condición de humano, de alguna manera nos hace más tales, siendo por tanto más dignos de ella. La diferencia general entre personas nobles e ilustres y las que no lo son no es su renta o su posición social sobrevenida, sino el cultivo de estas "virtudes", que se materializan finalmente en la justicia o la capacidad de vislumbrar y actuar por encima de los intereses propios en pos de un equilibrio y el sacrificio a la comunidad o la capacidad de abstraerse a través de la Razón obteniendo un bienestar global mayor a partir de una pérdida individual.


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