Es una sencilla flor o puede ser un ramillete, de un color o multicolor.
En este caso ha sido un regalo para el día de San Valentín, pero puede ser para el día de la madre, como detalle o adorno de primavera o usarse para cualquier otro motivo o ocasión para regalar flores.
Es de material reciclado:
1/2 rollo de cocina cortado a lo largo y pintado por los niños.
Trozos grandes de papel de seda arrugados, que se grapan por la seño junto al rollo doblado por la mitad.
Una tarjeta de papel de guitarra decorada con pintura de dedos y con una frase bonita.
Un poco de lana o cinta para atar la tarjeta a la flor.