Como os anticipé al hablar de Acción de Gracias, este año nos unimos a la celebración de una festividad que me parece muy bonita y cargada de buenos valores.
El post que os traigo hoy es para explicaros nuestra manualidad de Acción de Gracias: un Mural de Thanksgiving.
Como siempre os digo, en casa elegimos manualidades muy sencillas, que capten su atención y les resulten motivadoras, además de buscar que los materiales sean baratos y fáciles de encontrar. El lunes os contábamos cómo hemos hecho nuestra propia Corona de Adviento y hoy vais a ver que los materiales son aún más económicos.
Mural de Acción de Gracias
Antes de nada, empecé explicándoles qué es Acción de Gracias y por qué lo celebramos. Para ello, además de leer el libro que os recomendaba, sacamos el mapamundi que viene con nuestro “Atlas ilustrado con solapas” de Usborne.
La idea era, simplemente, que fueran conscientes de la enorme travesía que tuvieron que recorrer aquellos peregrinos que salieron de Inglaterra en 1620 para finalmente llegar a Plymouth (Massachusetts), hambrientos y enfermos.
A partir de ahí hablamos de lo mucho que tenemos, en el sentido más amplio de la palabra. La propuesta que les hice es que durante toda esta semana reflexionáramos sobre las cosas que nos hacen felices y que valoramos especialmente.
Materiales necesarios para la manualidad
Necesitamos:
- 1 cartulina de color naranja (tradicionalmente el color naranja se asocia con Thanksgiving, de ahí mi elección)
- Rotuladores de colores, tempera sólida en barra o ceras en formato boli (que nos resultan comodísimas; las nuestras, ya os lo comenté, son las Pintacolor de Alpino)
- Pequeñas notitas de colores, tipo Post-It.
- Pegamento de barra.
Tiempo empleado
Alrededor de una hora y media.
Es una actividad que no tiene límite de tiempo. Se puede emplear un rato y dejarlo para otro día. Cada vez que los niños piensen en algo por lo que se sienten agradecidos pueden ir al Mural y añadirlo dejando una nota o haciendo un pequeño dibujo.
Cómo confeccionar el Mural de Thanksgiving
1.- Extendemos la cartulina en una mesa amplia y la sujetamos por los cuatro lados para que no se nos cierre.
2.- Elaboramos un título para la parte superior. Nosotros simplemente hemos puesto “Feliz Acción de Gracias” y hemos coloreado las letras de colores.
3.- Dejamos que los niños expresen su gratitud. La idea es que el sentimiento fluya. En este caso he intentado dirigirles lo mínimo posible para que sean ellos los que reflexionen, a su nivel, sobre qué cosas les hacen felices y por las que se tienen agradecidos con la vida.
Es normal que al principio digan cosas como los helados o los juguetes, pero ya veréis como luego van saliendo otras cositas.
4.- Como Mayor puede escribir, elaboró gran parte de las notas que véis pegadas. Yo escribí las cosas que me iba dictando el Peque, que fue el encargado de hacer el dibujo de la parte inferior, en el que nos representa. Había libertad para que ellos escogieran la forma en que querían expresar su agradecimiento.
Nuestro Mural de Acción de Gracias terminado
Y así es como nos quedó:
Como véis, este Mural de Acción de Gracias es la cosa más sencilla del mundo. Con los niños suele ocurrir que las cosas más provechosas son las más simples y este es un claro ejemplo. Nos dijimos cosas muy bonitas y todos los días están pensando en añadir nuevas notas y dibujos.
¿Os animáis a hacer esta manualidad de Acción de Gracias elaborando vuestro propio Mural de Thanksgiving? ¡Me encantaría ver los vuestros!