Revista Cultura y Ocio
Para la fiesta de fin de curso del colegio, organizaron un concurso con el tema "Historias de mis aitites", en el que los niños tenían que hacer una obra (dibujo, poema, redacción, manualidad...) sobre cómo era la vida en la época de sus aitites. Obviamente, la finalidad era un acercamiento con los susodichos, que hicieran algo juntos y que los niños vieran las diferencias entre cómo se vivía antes y cómo se vive ahora. Así que les reuní a las dos generaciones frente a una suculenta merienda y las cajas de manualidades y les dejé dar rienda suelta a su imaginación. Después de unos tira y afloja, principalmente por parte del benjamín, cómo no, optaron por hacer un molinillo de viento, un juguete con el que jugaban antes y que también se hacían ellos mismos.
Para ello utilizaron:
♥ Cartulina cuadrada
♥ Regla
♥ Pinturas y rotuladores de colores
♥ Tijeras
♥ Alfiler
♥ Pajita
Con un lápiz se divide la hoja en cuatro partes.
Se pinta cada sector de un color con rotuladores, y se rellena con pintura del mismo color.
Se recorta cada lado dejando una distancia al centro de unos dos centímetros.
Se doblan sujetando las puntas con un alfiler pinchado en el centro.
Se clava el alfiler en una pajita.
Para que los niños no se pinchen, se puede poner en la parte de atrás un trocito de corcho o de plastilina, pero sin apretar mucho para que el molinillo pueda girar.
No ganaron, pero a mí me ha parecido una manualidad muy bonita y con la que se puede jugar mucho.
Por cierto, ¿a que mi madre tiene unas manos preciosas?