Sugerida por... DarCon
1. Empuñadura o manija de un instrumento.
2. Empuñadura o pieza, generalmente de hierro, compuesta de dos ramas en ángulo recto, que se emplea para dar vueltas a una rueda, al eje de una máquina, etc.
3. Manillar.
Manubrio, del latín manubrĭum, es la empuñadura de ciertos utensilios y herramientas, que por lo general se compone de una parte alargada y estrecha con un extremo libre, por el cual se puede coger el instrumento...
Curiosamente, en el América Meridional, Cuba, Guatemala, Honduras y México se denomina también de esta forma al manillar de las bicicletas: la pieza encorvada en los extremos donde se apoyan las manos y sirve para dirigir el vehículo...
A modo de ejemplo de uso de nuestra palabra del día, hoy os vamos a contar un cuento, concretamente un fragmento de El Rey burgués, de Félix Rubén García Sarmiento, más conocido como Rubén Darío (1867-1916, poeta nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española):
“…-Si lo permitís, señor, puede ganarse la comida con una caja de música; podemos colocarle en el jardín, cerca de los cisnes, para cuando os paseéis.
-Sí, -dijo el rey,- y dirigiéndose al poeta: -Daréis vueltas a un manubrio. Cerraréis la boca. Haréis sonar una caja de música que toca valses, cuadrillas y galopas, como no prefiráis moriros de hambre. Pieza de música por pedazo de pan. Nada de jerigonzas, ni de ideales. Id.
Y desde aquel día pudo verse a la orilla del estanque de los cisnes, al poeta hambriento que daba vueltas al manubrio: tiririrín, tiririrín... ¡avergonzado a las miradas del gran sol!
¿Pasaba el rey por las cercanías? ¡Tiririrín, tiririrín...!
¿Había que llenar el estómago? ¡Tiririrín!
Todo entre las burlas de los pájaros libres, que llegaban a beber rocío en las lilas floridas; entre el zumbido de las abejas, que le picaban el rostro y le llenaban los ojos de lágrimas, ¡tiririrín...! ¡lágrimas amargas que rodaban por sus mejillas y que caían a la tierra negra!…”
¡Hasta el próximo sonido instrumental! ;-)
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