En un amplio reportaje realizado por el diario El Mundo de León, el pastor Manuel Corral ha expuesto las principales posiciones y reclamaciones del pueblo evangélico ante el borrador de la nueva ley de libertad religiosa. Una ley insuficiente que, para Corral, es «un barniz» que tapa la ineficacia del Gobierno para abordar una reforma en profundidad.
Y es que lo poco que se va sabiendo sobre la ley deja insatisfechos al pueblo evangélico. Para Manuel Corral, no se puede hablar de una sociedad laica cuando se mantiene un concordato con el Vaticano. «Los más normal sería que Iglesia y Estado renunciaran a un acuerdo que se da de bofetadas con los principios europeos de una sociedad laica», dice.
El pastor evangélico insiste en que la mayor objeción a la ley es lo que no aparece; la financiación: tal y como se estructura ahora la aportación a la iglesias por medio del IRPF, el Estado es recaudador de una única confesión. ¿Alternativas? Una por medio de aportaciones a proyectos concretos que supongan un bien social o cultural que sean desgravables. Otra, aumentando en un porcentaje mayor la base imponible que pueda deducirse, como sucede con las fundaciones. Algo que ya indicó la Alianza Evangélica por medio de un comunicado publicado recientemente en esta revista.
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