Un Villasecano, héroe del 2 de mayo de 1808
En homenaje a los héroes del Dos de Mayo de Madrid, sucesos de los que en éste de 2008 conmemoramos su segundo centenario, rescatamos de la memoria histórica a un villasecano que murió defendiendo a la patria del ataque invasor, convirtiéndose, de esta manera, en uno de aquellos héroes nacionales. En la relación oficial de fallecidos, dice así:
Manuel Díaz Colmenar, «de cincuenta años, natural de Villaseca de la Sagra, alfarero; murió de un balazo en la Concepción Jerónima en los sucesos del Dos de Mayo de 1808.
(Partida Parroquial de Santa Cruz, Fol.54. Archivo Municipal de Madrid)».
En realidad tenía 47 años de edad, según se deduce de su partida de nacimiento:
«En la Yglesia Parroquial de Santa Leocadia de esta villa de Villaseca de La Sagra, el día veinte y uno del mes de Diciembre año de mil setecientos y sesenta, yo Don Roque de la Plaza Serrano, theniente cura de dicha Yglesia baptizé solemnemente y puse por nombre Manuel Julián a un niño que nació el día diez y ocho de dicho mes y año, hijo lexítimo de Julián Díaz Toledo y María Colmenar, su muger, naturales y vecinos de esta villa; fue su madrina in sacrofonte Ynés Gómez, a quien advertí el parentesco espiritual y las obligaciones de christiano; testigos Juan Ramón Rivero y Pedro de Bargas, ambos vecinos de esta referida villa de Villaseca...»
Arturo Pérez-Reverte, en su espléndida obra «Un día de cólera», nombra a Manuel, aportándonos algunos datos de aquella histórica jornada. Hacia las once de la mañana de aquel 2 de mayo, tras la sorpresa inicial de los franceses por la sublevación popular, la imparable maquinaria de guerra imperial ya está en marcha y dirige sus efectivos por diferentes vías de penetración al centro de la ciudad.
En el portillo de Recoletos (actual plaza de Colón), enfrentándose a avanzadillas de infantería francesa, se encuentra un grupo de españoles entre los que están «… los alfareros del tejar de Alcalá Antonio Colomo, Manuel Díaz Colmenar, los hermanos Miguel y Diego Manso Martín, y el hijo de éste.
Entre todos logran acorralar a unos exploradores franceses que avanzan descuidados por la huerta de San Felipe Neri. Tras furioso intercambio de disparos, les caen encima con navajas, al degüello, haciendo tan terrible carnicería que al cabo, espantados de su propia obra, previniendo la inevitable represalia, se dispersan y corren a ocultarse».
Una hora más tarde, varios miembros de la partida, entre los que se encuentran los hermanos Manso Martín, fueron fusilados junto a la plaza de toros.
Por la tarde, el alfarero Antonio Colomo, capturado en uno de los tejares de la Puerta de Alcalá, donde huyó a esconderse, fue fusilado junto a otros patriotas en el patio del Palacio del Buen Retiro.
Manuel Díaz Colmenar murió de un tiro en la Concepción Jerónima ―muy cerca de la Plaza Mayor y de la Puerta del Sol, lugares que se habían convertido en auténticos campos de batalla―, pasando a formar parte de la lista de aquellos 410 españoles que aquel día dejaron su vida por defender sus ideales.
Por Jesús PerezaguaEditado por el Ayuntamiento de Villaseca de La Sagra&version;
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Revista Cultura y Ocio
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