Si el viajero toma la carretera M-608 en dirección oeste, llegará en poco más de medio centenar de kilómetros de la capital a Manzanares el Real, una de las poblaciones de la Comunidad de Madrid con mayor afluencia turística durante todo el año, pero no exenta de historia. Un pasado que se puede escribir con letras versales. Aunque estuvo habitada en la Prehistoria, su poblamiento data del siglo XIII, cuando se asentaron en ella pastores segovianos, navarros y palentinos.
Parte de la historia antigua de Manzanares se asocia a la más que probable presencia de druidas en la zona allá por el año 1.000 a.C. Las reminiscencias de los ritos que practicaba esta clase sacerdotal oriunda de Gran Bretaña y la Galia permanecen la fiesta religiosa local de la Virgen de Peña Sacra. La ocupación romana y la participación activa local de los lugareños en la toma de Sevilla durante la Reconquista dan paso a siglos y siglos de historia hasta que la localidad llegue a convertirse en cuna de la autonomía madrileña; en su castillo se celebró en 1982 el acto de constitución de la Asamblea y la redacción del Estatuto de Autonomía.
El imponente castillo de Manzanares el Real./Zaqarbal
Antes de entrar en la villa se encuentra el embalse de Santillana, cuyos orígenes se remontan al año 1900, cuando se construyó una presa para regar los campos. En las aguas del embalse abundan las aves acuáticas. Sobre un cerro, a la salida de Manzanares, se conservan los restos del castillo Viejo, construido por Pedro González de Mendoza y residencia del marqués de Santillana hasta 1475.
En el centro de la villa, cuyo casco histórico está declarado Bien de Interés Cultural, se alza la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves (siglo XV), con un pórtico renacentista y una torre de tres cuerpos que guarda dos campanas llamadas Ave María y María y José. En los jardines hay varias lápidas romano-góticas y, en el interior del templo, una pila bautismal con decoración gótico-renacentista. El Ayuntamiento, levantado sobre los restos de un palacio del siglo XVI, presenta un pórtico sostenido por columnas.
Uno de los castillos más lozanos y notables no solo de Madrid, sino de toda España es el de Manzanares el Real, que participa de una doble condición: una gran fortaleza defensiva y al mismo tiempo una residencia palaciega. En él se combinan los elementos góticos, mudéjares y renacentistas, que forman un conjunto de gran belleza y personalidad. Está declarado Monumento Histórico Artístico.
Iglesia de Manzanares el Real./Pavlemadrid commons
La fortaleza perteneció a una de las familias con más linaje de Castilla: los Mendoza; es una buena muestra de la arquitectura militar castellana del siglo XV. La construcción está compuesta por un recinto de planta cuadrangular, con torres en los ángulos, tres cubos (torreón adosado a la muralla de una fortificación) cilíndricos, y una gran torre del homenaje, coronada por una torreta de planta octogonal. Destaca la galería cubierta de la fachada meridional, compuesta por arco de estilo gótico flamígero.
El viajero amante de la naturaleza encuentra, en la zona donde se ubica Manzanares el Real, la Cuenca Alta del Manzanares, lugar menos turístico declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Su parque regional es el espacio natural protegido de mayor superficie de la comunidad madrileña. Los viajes a Madrid no se limitan solo al Retiro o al parque de El Capricho. Existen más zonas verdes de indudable historia y belleza.
Ermita de la Peña Sacra./Cruccone
En dirección a Soto del Real está la fuente de las Ermitas, renacentista, con un interesante blasón. Antes de abandonar Manzanares el Real el viajero puede visitar el Museo Etnológico con objetos de uso cotidiano de finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Cerca, en dirección a la Pedriza, se ven las ruinas de un molino (siglo XVIII) y la ermita de la Peña Sacra, con una imagen de la Virgen titular (siglo XIX) reproducción de la original. Este es un lugar idóneo para practicar la escalada, antaño escondite de bandoleros.
No solo Manzanares el Real presume de castillo por la zona. Buitrago de Lozoya, también en Madrid, conserva unas excelsas murallas, ideales para ser visitadas por los aficionados a la historia. Si la pasión se despierta por los restos fósiles, recomendamos dos yacimientos de excepcional interés: Cerro de los Batallones y el peculiar que se esconde debajo de la estación de metro de Carpetana. Elija un lugar con historia u otro el viajero para descubrir, le resultará de interés saber que tiene a su disposición vuelos y hoteles baratos si desea visitar la capital de España y otros puntos de la geografía europea e incluso, mundial.
Dónde dormir: Hotel Parque Real; Padre Damián, 4; 28410 Manzanares el Real (Madrid); teléfono: 918539912.
Dónde comer: Restaurante Parra; Calle de los Panaderos, 15, 28410 Manzanares el Real (Madrid); teléfono: 918539577.