Mar Ibarra Asesinada

Hoy me entero de la triste noticia de que Marbella Ibarra fue asesinada. Para quienes no lo saben, Mar fue la fundadora del fútbol femenil en México, esa mujer creó en Tijuana el equipo femenil Las Xolas, y anhelaba que cada vez más niñas se sumaran a este deporte de forma profesional.

Aunque era originaria de Acapulco, ella vivía en Baja California; había sido reportada como desaparecida desde el pasado 19 de septiembre. El pasado 15 de octubre fue encontrada muerta en Rosarito, una localidad ubicada a unos 30 minutos de Tijuana.

Cuando encontraron a Mar, su cuerpo presentaba señales de haber sido golpeada en cara, cuello y piernas; tenía amarradas las manos y los pies (signos de secuestro) y estaba envuelta en plástico, lo cual implica que había sido transportada desde el lugar de su muerte hasta donde se le encontró.

Las autoridades en automático descartaron que la muerte se debiera a su profesión porque desde hace tiempo que ya no era entrenadora; pero ¿por qué descartar esa posibilidad? Después de todo a las mujeres siempre nos matan cuando “nos salimos del huacal”, cuando nos dedicamos a algo que sólo los hombres pueden hacer. Por qué descartar que algún macho tenía tanto coraje de que esta mujer animara a otras niñas y jóvenes a seguir su ejemplo y salir a las canchas a jugar.

O quizá la mataron por homofobia, otra de las tantas irracionalidades que se dan en nuestro país.

¿Exageración? Nunca, menos si recordamos a todos los casos de asesinatos de mujeres que se han dado en los últimos meses. Y para ejemplo ahí está otra Mar, cuyo único sueño era viajar y cantar.

Ni hablar de la forma en que sutilmente se describe la muerte: “Fue hallada sin vida” describen todos los diarios, ¿por qué no hablamos las cosas como son? FUE ASESINADA, no fue una persona que se cayó se murió y alguien se encontró por ahí. A Mar la SECUESTRARON, GOLPEARON y TORTURARON hasta la MUERTE, y luego tiraron su cuerpo como basura en un desconocido lugar lejos de su familia y amigos.

Todos dicen que es la trágica muerte, como si hubiera muerto en un accidente o de un infarto, cuando deberían recalcar que un ASESINATO, y concentrarse en buscar al perpetrador que lleva más de un mes de haberla secuestrado y nadie ha dado con su identidad todavía, si es que realmente lo están buscando.

Por qué es importante dar seguimiento a este caso, porque en México las muertes de las mujeres se desestiman. Incluso cuando eres figura pública, como en el caso Mar, la justicia nunca llega; y si no llega para las que todos conocen menos para la mujer de a pie que es asesinada anónimamente por el esposo, el novio o el amante.

Ojalá que la justicia llegue y lo haga pronto. ¿Hasta cuándo nuestras vidas tendrán valor?