Revista Opinión
Acabo ya con Lo que no quise decir.
Márai defiende en el libro de manera constante la forma de vida burguesa. El espíritu ilustrado, podríamos decir, atacado primero por los nazis y luego por los comunistas con igual saña.
Un ejemplo de aquella locura de ataques colectivas es el de Lazlo Bardossy, un hombre al que Márai recuerda como un impecable diplomático húngaro en Londres en los años veinte, claramente demócrata y occidentalizado,que muta en una bestia fascista apenas veinte años después.
Un libro interesante, ya digo, escrito por un autor fascinante. Un tipo, yo tampoco lo sabía, que en realidad se llamabaSándor Károly Henrik Grosschmidt. Marai significa "de Mara" el título que le concedieron los Habsburgo.
Aquella Europa...