En un viaje a Londres, al llegar al hotel, observé que en el vestíbulo actuaba un diligente empleado cuya única misión era la de organizar el espacio evitando clientes despistados, maletas aparcadas sin ton ni son, niños jugueteando y en definitiva, confusión. Sin duda un sueldo más no se puede justificar sin su necesidad, esta vez provocada por la falta de orden de los demás. Sin orden… ¿podría yo triunfar en Marathon-15% o quizás necesitaría organizador al que contratar?…
115- Sin orden cualquier talento se pierde en la confusión.