Crónica de mi participación en la Maratón de Castellón 2015. Esta era mi tercera maratón, segunda minimalista y primera en sandalias. Objetivo: bajar de las 4 horas y disfrutar de la carrera.
6 de diciembre de 2015
Los previos
Viernes: Después de llevar a cabo el plan de entrenamiento de tres meses que me había diseñado yo mismo (bueno o malo al menos tenía un plan y lo había cumplido), el viernes por la tarde, al agacharme para coger las gafas me atacó por la espalda el lumbago!!. Acojone total porque no sabía si podría correr, aun así, lo tenía que intentar. Calor, pomada, estiramientos y a esperar.
Sábado: Me levanté algo mejor. Me dolía al sentarme, agacharme, etc. pero no al andar. Partimos hacia Castellón. Por la tarde, recogida de dorsal, entrega a la ONG de gafas, ropa y zapatillas (allí dejé unos cuantos pares, incluidas las que usé en mi primera maratón) y a buscar un sitio para cenar. Como no, estando en Castellón, la dieta tenía que ser a base de mi plato favorito, arroz. Cayó un arroz meloso con galeras, sepia y alcachofas ¡¡buenísimo!! y después, a patear Castellón en busca de una farmacia de guardia para aprovisionarme de réflex.
recogida de dorsal en la feria del corredor
Domingo: Bajo a desayunar a las 7:00 h. El restaurante del hotel ya está lleno de corredores desayunando, incluidos todos los africanos que vienen a ganar. El lumbago me sigue molestando al doblarme pero andando no, no sé si me afectará al correr, parece que no me ha pegado muy fuerte. Me embadurno bien de réflex toda la zona lumbar y que sea lo que Zeus quiera, hacia la salida.
La salida:
Hace un día estupendo para correr, nublado y con muy buena temperatura para ser diciembre. A través de Facebook había medio quedado en cola de pelotón con otros minimalistas. Doy una vuelta por allí andando, no me atrevo ni a calentar por miedo a notar molestias lumbares y ser consciente de la situación, prefiero seguir con la incógnita de si podré correr o no hasta que den la salida. Me encuentro primero a Jorge Aparici y después a Emilio Sáez Soro. Fácil identificar a los dos por sus pies (descalzos). No veo A Fran Man, el tercero de la quedada, comenta Emilio que ya se había ido a los cajones de salida. Unos saludos, unos comentarios, unas fotos y al lío.
ambiente en cola de pelotón
Los tres mosqueteros
Km 0 al 10
Pasamos de ir al cajón, nos mantenemos en cola de pelotón esperando la salida y… ¿pistoletazo? No, esto es la Comunidad Valenciana, aquí un solo “bang” no es suficiente ruido para dar la salida, aquí ¡Traca y fuegos artificiales! Jajaja.
Salimos prácticamente los últimos. No sé si será la adrenalina, pero de momento ¡¡¡Puedo correr!!!, no noto molestias en la zona lumbar. El miedo inicial de no poder correr se va pasando, aunque queda el temor de cuánto durará.
arrancando, de momento, depósito lleno, pocos llevamos por detrás
Emilio desaparece “immediately “, su ritmo es más fuerte. Jorge y yo nos quedamos juntos a nuestro ritmo. El plan era ir de menos a más. Los primeros 10 km. entre 6’ y 5’45”, del km.10 al 20 a 5’30” y a partir de la media maratón mantener el ritmo o apretar más si se puede.
Curiosa la animación de la carrera, aquí no hay bandas de rock’n’roll como en Madrid, son bandas de música tradicional, tambores, dulzainas y hasta unos gaiteros (que digo yo que estos muy de Castellón no serían, jejeje).
Tamborileros
Pasamos por la esquina del hotel, ahí están mi mujer e hijas animando. Vamos a ritmo muy suave, a veces por encima de 6’.
No, estos no somos nosotros, estos iban un poco más rápido
Estos sí, sin prisa pero sin pausa
Adios...
Durante los primeros 5 km. por el centro de la ciudad vamos adelantando como podemos a otros corredores más lentos. Encaminamos de nuevo el Paseo donde se dio la salida para llegar hasta la universidad y volver a bajar. Subiendo nos vamos acercando al globo de 4:15 y su tapón de corredores correspondiente, bajando lo pasamos y vamos aumentando un poco el ritmo pero controlando no excedernos, tranquilamente, charlando en ocasiones.
En el km. 9 vuelvo a ver de nuevo a la familia, me pregunta mi mujer con el réflex en la mano qué tal voy, de momento sigo bien, ni rastro del lumbago.
De momento vamos bien
Anda, se nos han olvidado las zapatillas!!
Pasamos por el kilómetro 10 en 58 minutos y pico, bien respecto al tiempo previsto. Enteros de fuerza y sin rastro de molestias, ¡Esto ha empezado bien!
Km 10 al 20
Bueno, pues ya hemos calentado, ahora hay que subir un poco el ritmo hasta los 5’30” más o menos. Volvemos a pasar por el centro de Castellón y cogemos una larga avenida, la de Casalduch. Nos vamos cruzando con los que ya están de vuelta por el otro lado de la avenida, entre ellos Emilio, que va como un tiro.
Por esta calle encontramos asfalto malo, mi compi de fatigas (que va descalzo) lo nota en los pies, aunque apenas bajamos el ritmo.
Como suele ser normal (ya me parece normal) algunos corredores nos miran sorprendidos y comentan o bromean sobre nuestros pies, aunque en esta ocasión, al ir junto a un descalcista, mis sandalias no llaman la atención. Bueno, a veces él tampoco era el protagonista, ya que decían “mira, otro descalzo”, Emilio ya había pasado por allí, jejeje.
Hacemos zigzag por un par de calles para coger la larga Avenida del Mar, en bajada, que conecta la ciudad con el puerto. Seguimos controlando el ritmo, nos cruzamos de nuevo con los que suben ya. Pasamos el kilómetro 20 en una calle del Grao en 1:54 y pico. La verdad es que no llevaba memorizado en cuanto tiempo tenía que pasar por el kilómetro 20 pero me sonaba bien, y lo más importante, no tenía ninguna molestia y de fuelle seguía bastante entero.
bastante enteros
Km 20 al 30
Vamos a por el Medio Maratón. Damos la vuelta por una calle para coger el Paseo Buenavista, frente al puerto deportivo. Esta zona tiene otra pinta, hay bares, restaurantes y a algún espectador se le ve animando con la cerveza en la mano, aunque no ofrece.
Poco después de la esquina del Casino pasamos por la media maratón en 2 horas y seis segundos. Tampoco recuerdo en ese momento el tiempo previsto, pero pienso que si la primera mitad la hemos hecho en 2 horas, la segunda, que tiene que ser más rápida, nos permitirá bajar de las 4 horas, o sea, que vamos bien.
Afrontamos de nuevo la Avenida del Mar, ahora en subida según mi compañero que es de Castellón, yo no noto la subida, jajaja. Me comenta que en Castellón no hay cuestas para entrenar, le digo yo que en Rivas donde vivo no hay otra cosa.
Era hora de apretar un poco pero él prefiere mantener el ritmo y yo prefiero mantener la compañía, así que como vamos bien de tiempo seguimos juntos.
Aprovechando que la larga avenida cruza el campo, hacemos una parada técnica, en mi caso la segunda, la próstata a estas edades no perdona… y continuamos hasta entrar de nuevo en la ciudad sobre el kilómetro 25.
Llegamos a la Avda. de la Virgen de Lledó, otra de las avenidas que se hace en los dos sentidos y por lo tanto te vas cruzando con los corredores que van delante cuando vas y con los que vienen detrás cuando vuelves. Ya tenemos a tiro el globo de las 4 horas, desde la salida no hemos parado de pasar corredores poco a poco. Calculamos que si mantenemos el ritmo pasaremos el globo de las 4 horas antes del kilómetro 30.
Pasamos por una plaza con una enorme estatua de 20 metros del gigante Tombatossals. Según algunas leyendas y una novela, este gigante es el fundador de la ciudad de Castellón de la Plana. Es un lujo correr la maratón con guía turístico!
Entramos ya por el centro de la ciudad y, efectivamente, sobre el kilómetro 29 alcanzamos el globo de las 4 horas. Nos cuesta un poco pasarlo por el tapón de corredores que lleva detrás pero lo hacemos y seguimos nuestra marcha.
Entramos ya en zona “caliente”, caliente porque está muy concurrida de publico y animadores estrechando estos el paso en al algunos sitios de forma que casi sentías el aliento de sus ánimos. Pasamos el kilómetro 30 en 2:49:15. Este kilómetro sí que me acordaba que lo tenía previsto pasar en 2 horas 48 minutos, por lo que estamos yendo un poco más lentos de lo previsto, pero lo importante es que hemos llegado al kilómetro 30 en perfectas condiciones y enteros, aunque mi compañero cuando le pregunto qué tal vas, ya sólo contesta “bueno…”, pero ¡Esto ya está hecho!. Sé que el muro se suele encontrar un poco más adelante, pero me veo fuerte, no creo que encuentre ni muro, ni tapia ni siquiera escalón ¡¡¡vamos!!!
Km 30 al 42,195
Seguimos avanzando ya con el globo de las 4 horas por detrás. Cruzamos unas calles céntricas con bastante público animando, entre ellos veo otra vez a mi mujer e hijas gritando y haciendo fotos.
¡¡Vamos!!
Llegamos otra vez a la avenida de Caslduch y veo uno de los patinadores que había por todo el recorrido con botes de réflex. Le llamo y le pido que me eche en la zona lumbar. No tenía molestias, pero por si acaso. Una maravilla la organización de la carrera y todos los voluntarios.
Km. 32 pasamos en 3 horas “pelas”, por lo que nos queda una hora para hacer los últimos 10 km. Parece que el objetivo de bajar de 4 horas es viable. Intento avivar un poco el ritmo, hasta ahora venía bastante cómodo, pero mi compañero lo nota y me dice que tire yo, él prefiere mantener el ritmo y asegurar. Nos deseamos suerte y me voy en solitario.
A partir de este momento, subo la música, me concentro en la técnica, comienzo a expulsar el aire por la boca (hasta ahora había ido prácticamente toda la carrera respirando únicamente por la nariz, señal de que no iba forzando) y me lo planteo como una carrera de 10 km. me veo con fuerzas para apretar, ¡Go!.
A por las 4 horas!
Veo en el reloj que ahora estoy yendo más rápido, a veces a 5:20, a veces a 5:00 o menos. No paro de pasar corredores, algunos se les ve ya perjudicados.
Km 35, 36 veo otra vez a mi familia animando, esto me da más fuerza. Toda esta zona está ya a tope de gente animando, a veces no oigo ni la música, ¡Qué gran ambiente tiene este maratón!.
Ahí estaban mis chicas!!
Sobre el kilómetro 37 te cruzas con los que van ya por el 41 a punto de entrar en meta, pero todavía quedan 5 largos kilómetros.
Entre los kilómetros 38 y 40 creo recordad que se pasaba por una zona menos céntrica y más despoblada de animadores. Estos kilómetros se me hicieron largos. Aunque muy cansado ya, me sentía con fuerza suficiente para mantener el ritmo, pero parecía que los kilómetros no pasaban y el tiempo sí. Miraba el reloj y veía demasiado justo entrar por debajo de las cuatro horas, cualquier incidencia que tuviera me podía hacer pasar de las 4 horas. Por ejemplo iba preocupado por perder el chip, que era de los que se atan al cordón de las zapatillas, pero... ¿y los que no usamos zapatillas? Bueno, me lo había atado con un cordón al tobillo pero durante la carrera llegue a parar un par de veces a comprobar el nudo porque tenía la sensación de que lo iba a perder.
Pero bueno, ¡Esto cuando acaba!
Los puntos kilómetros 41 y 42 no los vi, no sé si estaban tapados por la gente o por qué, por lo que en estos últimos kilómetros aumentó mi estrés al no saber exactamente por dónde llegaba, aunque en el reloj veía la distancia, los kilómetros del reloj no coincidían con los reales.
Empezamos a bordear el parque Ribalta, dentro estaba la meta, luego no debería quedar mucho, pero estaba ya en las 3 horas cincuenta y pico minutos… Hasta que por fin entré en la recta de meta ya dentro del parque, esto estaba hecho, unos pasos más y a cruzar!
Finalmente entre en un tiempo oficial de 3:55:28, tiempo neto 3:53:59. ¡¡Objetivo Conseguido!!
Sensaciones Post-maratón:
Muchas:Triple satisfacción: primero por haber bajado de las 4 horas, segundo por haberme consolidado como corredor minimalista, pero sobre todo por haber disfrutado de la carrera de principio a fin.
He recuperado las buenas sensaciones del primer maratón. Disfruté mucho de mi primer maratón, lo hice de menos a más y terminé entero. En el segundo, aunque mejoré la marca del primero, los últimos 12 kilómetros fueron un calvario. Esto no es lo que busco, yo no he nacido para sufrir. Este tercero he recuperado las buenas sensaciones del primero, he disfrutado durante toda la carrera y he terminado en buenas condiciones. No he tenido ni agujetas en toda la semana posterior. Esto sí es lo que yo quiero de un maratón, progresar, evolucionar, mejorar pero no a cualquier precio.
Este maratón me ha reafirmado que correr con sandalias no es ni una temeridad (ni tampoco una proeza como algunos piensan). Correr con sandalias se ha convertido para mí en algo habitual, usual, cotidiano, en definitiva, natural. La evolución y la mejora la seguiré buscando en el entrenamiento y en la técnica, no en las zapatillas.
A lo largo del verano no veía claro que maratón correr, pero sin duda venir a Castellón ha sido un acierto en todo:
- la fecha, los 3 meses posteriores a las vacaciones (agosto) es tiempo suficiente para prepararlo;
- el clima, la temperatura es ideal para correr;
- el recorrido, muy plano, interesante y muy animado de público;
- la organización perfecta en todo, antes, durante y después de la carrera, se palpa que están volcados en los corredores no en hacer negocio. Por ejemplo, el tema de la fotos, gratis a través de varios colaboradores como Run Online, Last Race Studio y otros;
- la familia, el circuito es ideal para seguirte, te pueden ver en 5 ó 6 puntos diferentes desplazándose relativamente poco.
Los tracks de las carrera están en wikiloc, pinchar --> aquí
Siento también agradecimiento: primero a mi familia que me apoya, me aguanta, me acompaña, me anima, me quiere, especialmente a mi mujer que ha compartido la mayor parte del plan de entrenamiento conmigo (seguro que si se hubiera inscrito ella hubiera hecho mejor tiempo que yo). A Jordi Maldonado de Enix Sandals no solo por fabricar las sandalias sino también por adaptarlas como le pedí e incluso darme “caprichos” como lo de poner el cordón azul, a ver si este trato lo encuentras en Nike o Adidas, jajaja. A Jorge Aparici que fue la mejor compañía durante tantos kilómetros. Y a todos los amigos reales y virtuales que me apoyan, me leen y se divierten con mis historietas. Muchas gracias!!
Chascarrillos:
Este viaje turístico maratoniano era un regalo por mi 50 cumpleaños, además de los intríngulis del maratón ya comentados, decir también que todo el viaje fue una maravilla, en los días posteriores de puente visitamos la ciudad, la costa del Azahar, compramos naranjas, mandarinas (estamos en campaña), además:
El alojamiento: fue divertido alojarse en el mismo hotel donde estaba toda la élite africana de la carrera. Desayunar y cenar enfrente de ellos, cruzarse en el ascensor con los dos ganadores (el chico y la chica) cuando llevaban su trofeo encima, es lo más cerca que he estado nunca de la élite en un maratón, jejeje.
La comida: uf! El arroz es mi punto débil, y venir a la Comunidad Valenciana es como venir al paraíso. La noche previa al maratón arroz meloso con galeras, sepia y alcachofas para hacer la carga de hidratos, jajaja y después de la maratón Arroz del senyoret para recuperar. Repetimos restaurante porque nos encantó: Taninos Gastrobar, merece la pena. Los otros dos días del puente tampoco nos faltó el grano allá por donde fuimos: un arroz negro el lunes y un Arròs de gall el martes y pa’casa que se acabó el puente.
En fin, un viaje redondo,
Ay señor, jubílame pronto.
Otros enlaces de interés:
- Plan maratón Castellón 2015 - Mes 1
- Plan Maratón Castellón 2015 - Mes 2
- Plan Maratón Castellón 2015 - Mes 3
- Rock'n'Roll Maratón Madrid 2014
- Maratón Sevilla 2013