Habrá pocas palabras en este post.
Una visita a un nuevo hogar. Gente joven. Preciosa ilusión. La vida por delante… ¡Qué maravilla!
He llevado un ramo de romero, menta, laurel y tomillo. Todo de mi casa, para esa casa.
Para desear un futuro pleno de la más fragante felicidad del mundo…
Y (me repito) : ¡Qué maravilla!