Maravillas, de Brian Selznick

Hace aproximadamente un año que lo nuevo de Brian Selznick, el autor de La invención de Hugo, salió a la venta. Recuerdo que en aquel momento publiqué una entrada anunciándolo y comentando que desde que había leído su anterior libro le había puesto el ojo a Selznick. Y llegó el momento en que me atreviera a entrar en las maravillas que promete la historia de Ben y Rose.

Ben y Rose, los protagonistas, anhelan en secreto que sus vidas sean diferentes. Ben añora al padre que nunca conoció; Rose sueña con una famosa actriz cuya trayectoria registra en su álbum de recortes. Cuando Ben hace un hallazgo sorprendente en la antigua habitación de su madre y Rose lee un llamativo titular en un periódico, cada uno de embarca en un viaje con  destino incierto.

Las historias de ambos se entrelazan a lo largo del libro hasta fundirse en un relato acerca de la amistad, la vida, la comunicación, el universo... y otras maravillas.

Leer un libro un libro de Brian Selznick es toda una experiencia. No es lo mismo que leer cualquier otro, eso ya lo supe cuando leí La invención de Hugo, donde las imágenes y las palabras iban de la mano desvelándonos la verdadera historia que contenía. No obstante, Maravillas ha sido una experiencia totalmente diferente; con Hugo sabía lo que iba a pasar puesto que ya había visto su adaptación cinematográfica cuando lo leí, pero aquí iba a ciegas y decir que la experiencia ha sido increíble es quedarme corta.

Para empezar os diré que en esta historia tenemos a dos protagonistas: Ben y Rose. Mientras que con el primero seguiremos su historia a través de la narración, con la segunda serán las ilustraciones quienes nos la relatará. Ambos son dos niños muy peculiares, de un momento a otro sus vida han dado traspiés y serán ellos, sin ayuda de nadie, los que deberán seguir adelante a pesar de sus circunstancias: tienen problemas auditivos. Pero, pese a ello, tienen el valor necesario para enfrentarse a sus problemas. Los he admirado durante todo el relato, y cuando cerré las páginas del libro supe que me había encontrado con dos de los personajes literarios más valientes que he conocido.

Dos protagonistas en una misma historia, aunque en realidad se podría considerar dos que convergen paralelas hasta que sucede algo que hace que se crucen. El ritmo de la historia comienza muy suave, pero en cuanto se van desvelando los secretos todo parece ir a un ritmo más acelerado. El estilo de Brian Selznick es sencillo pero muy cuidado, sabe qué es lo que tiene que contar y cómo tiene que hacerlo. Quiénes mejores le ayudan son las ilustraciones,  no sé cómo lo hace que, aunque a primera vista puedan ser tan simples –a lápiz, sin color-, puedan transmitir tanto. La magia de sus historias recae –además de en sus personajes- en ellas. En esta novela no son sólo un complemento, sino que ellas mismas relatan una historia y cada plano  nos adentra como en una película, captando lo más importante. Para muestra, un botón.

 

Maravillas es una maravilla de novela. No sólo su exterior es diferente al resto de libros con la mezcla de textos e ilustraciones, sino que el relato que contiene en su interior no deja indiferente a nade. De verdad.