Revista Cultura y Ocio
Al igual que en todo oficio tradicional, la utilización de marcas distintivas era una práctica desarrollada y reglamentada en la Masonería Operativa y medieval. Las marcas servían para distinguir el trabajo manual de un masón de otro y eran llamadas “marcas de banco” (banker marks); estas marcas eran cortadas en profundidad en la base de la piedra de manera que fuesen muy visibles hasta que la misma fuese colocada en posición. En tiempos pasados, las marcas eran talladas en las piedras con trazos muy delicados por lo cual resulta difícil detectarlas si no existe buena iluminación en el lugar pero con una búsqueda cuidadosa, aparecen en todo trabajo de Masonería medieval. Las
marcas masónicas más antiguas registran orígenes egipcios y fueron llevados a otros lugares por los fenicios y los griegos.
Las marcas parecieran haber sido introducidas en Europa a fines del siglo XI y estuvieron en uso por más de doscientos años. En la Edad Media, probablemente no fueran otorgadas a masones ordinarios solamente para identificar su trabajo sino que eran utilizadas solamente por maestros para trabajos especiales.
En la Masonería Moderna, luego de interminables enfrentamientos, se constituyó en el año 1878 la Grand Lodge of Mark Master Masons of England and Wales and the Dominions and dependencies of the British Crown. Esta Obediencia es distinta e independiente de la Gran Logia Unida de Inglaterra y rige Altos Grados y ciertas Ordenes de Caballería remanentes de la Masonería Antigua.
J.F.Ferro