Revista Educación

Marcela y sus excusas para no dormir

Por Noelia-Golosi @ElBlogDeGolosi

Marcela y sus excusas para no dormir

Fritita estoy con el tema. Marcela lleva varias noches, varias semanas incluso, buscando excusas para acostarse y dormirse más tarde. Después de haber dormido conmigo varias noches seguidas aprovechando que su padre estaba fuera, el volver a su cama como que le está costando, y ya hace casi un mes.

Marcela y sus excusas para no dormir

Quién iba a decirme que a los 5 años igual necesito echar
mano de algún cuento que trabaje el tema.


Empezó levantándose varias veces durante la noche a hacer pipí, cuando ella desde que dejó de dormir con pañal ha hecho la noche del tirón, salvo alguna excepción. Todo para ver si colaba el quedarse en nuestra cama a esas horas. Al principio le acompañábamos a su cama después de hacer pipí, pero acabamos diciéndole que se acostara sola. Y lo hacía.
Después ha estado varias noches que al ir a acostarse meaba cada tres o cuatro minutos. Como lo oís leéis. Hacía el pis de rigor antes de acostarse y nada más tumbarse, antes de taparse si quiera, decía que tenía pipí. Y así varias veces, hasta cinco o seis. La primera noche llegué a decirle que no se levantara más. Y se meó en la cama; poquito, lo que pudo forzarse a que saliera, pero tuvo que hacer la gracia. Hasta que el miércoles de la semana pasada se quedó mi hermana a dormir porque al día siguiente se quedaba ella con los niños. Esa noche Marcela no se levantó ni una vez, ni antes de dormirse ni durante la noche "para no molestar a la tata", que estaba en la otra cama.
Lo que ha venido después ha sido dolor de barriga. Así sin más, de repente; que podría ser, que no digo que no, pero que no es. Así durante unas cuantas noches, hasta hoy, que milagrosamente no le ha dolido. Quizá porque mamá, o sea yo, muy dulcemente le ha ido diciendo "no cariño, que sino esta noche te duele la barriguita" cada vez que ha querido comer papas / longaniza seca / rosquilletas / tostadas con ajo y perejil / galletas con chocolate.
Y cuál ha sido mi actitud durante todas estas noches? Pues ha habido de todo, la verdad. Comprensión, enfado, cariño, advertencias, promesas... Hace dos noches, estando ella quejándose de dolor de barriga durante un buen rato mientras yo intentaba adormecer a un Bruno desvelado por los lloros y quejidos de su hermana, me tumbé con ella en su cama. Me quedé un buen rato, más de media hora durante la que ella no se durmió, pero se relajó y se quedó tranquila teniéndome a su lado, cogidas de una mano y abrazándome con la otra. Mi intención era levantarme cuando ella se durmiera, pero como no lo hacía y yo empezaba a tener frío - no me tapé para no acomodarme - le dije que me levantaba, preguntándole antes si estaba más tranquila. Al minuto de salir yo de la habitación se durmió.
Anoche volvió a levantarse varias veces nada más acostarse porque le dolía la barriga, para hacer pipí, para preguntar si tenía que tirar de la cadena si se levantaba a mear durante la noche, para decir que tenía calor, para decir que nos acordáramos de no hacer ruido y de no quitarle nada de la cama... Vamos, la retahíla de cada noche. Y cada una de las veces que nos reclamó subí yo, cargadita de amor y muuuuuucha paciencia, actuando como si nada, sin darle importancia, como si cada una de esas veces fuera la primera y las de las noches anteriores no hubieran existido. Hasta que tuvo a bien quedarse tranquila y dormirse.
Como he dicho, hoy no le ha dolido la barriga, aunque se ha levantado dos o tres veces.
Estamos en proceso de ver cómo funciona la táctica o tácticas que intento utilizar: intento acostarla antes de lo normal (aunque de momento esto apenas lo estoy logrando), diciéndole que como ahora le cuesta más dormirse debe acostarse antes para no perder horas de sueño; pero sin que suene a castigo, reproche o riña. También hemos acordado que si el resto de noches se queda tranquila y bien en la cama desde el principio, los jueves podrá quedarse hasta ver el comienzo de El Intermedio a las 21.30 horas, con el "ya conocen las noticias, ahora les contaremos la verdad" de El Gran Wyoming. Es increíble lo que le emociona ese momento, le encanta; hasta tiene baile y seguidilla con su padre, jaja. Y también hemos acordado que cuando todo vuelva a la normalidad, podrá dormir una noche con los papás. He de decir que todo esto de momento no parece estar surtiendo efecto, aunque hoy he visto una lucecita, un algo, que me hace esperanzarme en que la vuelta está cercana.
Así que, queridos lectores, acepto sugerencias. Estaré encantada de leer vuestras experiencias, opiniones, consejos y todo lo que queráis contarme.
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