Ya mi colega Jesús Mateo hizo una reseña muy sensible del disco para Tomajazz, fiel reflejo de la emoción que me transmitió en un reciente encuentro que tuvimos en Mallorca.
Pues bien, el día 25 de enero Marcel·lí extraía parte del disco para un reducido grupo de parroquianos (nunca mejor dicho), en la iglesia de Sant Gaeità de los Padres Teatinos, donde Marcel·lí acudía con su abuela, Pilar Isant, a quien le dedicó el recital.Un lugar de acústica y sonoridad incomparable para comenzar a rodar un trabajo brillante, donde Marcel·lí hace gala de una técnica asombrosa de respiración circular que te lleva a divagar por mundos del subconsciente, a pesar de las proyecciones, que no facilitaban ese chute de espiritualidad. Y todo seguido, sin una sola interrupción, sin un solo aplauso entre medias, con un silencio sepulcral, como bien nos remarcó el párroco al final de la "santa homilía musical del padre Marcel·lí".Para acabar, un detalle que me pareció genuino y de una gran humanidad: no cobrar entrada y dedicar las aportaciones voluntarias a la Fundación Manos Providentes, de Cali, Colombia, fundada y dirigida por los Padres Teatinos.Marcel·lí Bayer_saxos_clarinetesAlexandra Garzón_audiovisualEsglésia de Sant Gaeità dels Pares Teatins, Barcelona, 25.01.15