Revista Opinión
En el marco de la XXI Convención de Payasos, el último miércoles se realizó en la Ciudad de México una marcha para protestar contra el surgimiento de aquellos que disfrazados de forma terrorífica y portando distintos tipos de armas, se dedican a asustar personas en la vía pública.
La moda del "Payaso Asesino", una broma pesada que en los últimos años puso en vilo a los Estados Unidos y tuvo correlatos en Europa además de algunos casos registrados en Argentina, llegó a México en plena época de preparación para la tradicional celebración del Día de Muertos y la importada Halloween, casi coincidentes.
Las noticias con apariciones de payasos diabólicos, esos que uno suele ver en las películas, comenzaron a cubrir la primera plana de los periódicos y canales de televisión locales, siendo también tendencia en redes sociales como Twitter y Facebook. Mientras que por Youtube se publicaban videos con las fechorías cometidas por los bromistas.
Acusando campañas de desprestigio y una incipiente "caza de brujas" contra todo aquel que vistiera como payaso, los verdaderos, aquellos que se dedican al entretenimiento tanto de niños como adultos con sus gracias, se congregaron a los pies del Monumento a la Revolución bajo la consigna "Somos payasos, no somos asesinos".
El colorido mitín además de reunir mayoritariamente a clowns de la Ciudad y el Estado de México tuvo a representantes de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Chihuahua, Tabasco, Michoacán y Veracruz y de países como Perú, El Salvador o Guatemala.
Uno de los manifestantes indicó que "la moda de asustar a la gente nos está trayendo perjuicios laborales y varios compañeros llegaron a sufrir durísimas agresiones. Por ello, hemos decidido no esperar a un agravamiento de la situación, decirle a la población que no somos asesinos y exigir a las autoridades que detengan a quienes denigran nuestro oficio".
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