Revista Libros
Marcin Kurek.El Sur.Traducción de Amelia Serraller.Prólogo de Xavier Farré.Bartleby. Madrid, 2015.
¿Qué ha pasado, / cómo es posible que yazca ahora / muerto en el suelo? ¿Muerto?
Así comienza El Sur, un largo poema narrativo y visionario del polaco Marcin Kurek, que publica Bartleby en edición bilingüe con traducción de Amelia Serraller y prólogo de Xavier Farré.
Con la seguridad de que vive sus últimas horas, porque ha bebido el líquido de una botella con una venenosa rama de adelfa, -¿Se puede morir acaso / de forma tan tonta, envenenado con el agua / de una botella de plástico en la que ayer / alguien metió una pequeña rama?- el protagonista de El Sur inicia un viaje por su memoria, “una expedición hacia múltiples interiores”, como señala Xavier Farré en su prólogo.
Y en esa frontera indefinida entre la vida y la muerte se disuelven también la conciencia y la identidad del yo lírico, se diluye la diferencia entre la ficción y la realidad y la tradición y la modernidad dialogan en un poema donde se desencadenan torrencialmente imágenes que vuelven del pasado, diálogos conversacionales, se evocan otros muertes, se mezclan lecturas y experiencias, lugares y viajes, preguntas y respuestas, diálogos y músicas, asociaciones imprevistas, palabras propias y ajenas o interrogaciones como esta: ¿Qué buscabas en la catedral de Jaén el Viernes Santo del año noventa y tres?
Ese material magmático, heterogéneo y disperso, es el que ha ido construyendo al personaje y estalla en los versos de este poema de una gran potencia verbal.
Santos Domínguez