Revista Espiritualidad

Marcos Ana, silencio de un poeta en su tierra.

Por Sosylos @sosylos

Marcos Ana, silencio de un poeta en su tierra.

Foto: El mundo


Desde hace unos meses gracias a Trianarts, el maravilloso blog sobre Arte y Literatura de Concha, descubrí a este genuino poeta de raza. Su intra-historia como preso político en la España de la postguerra civil, el sentido de la mirada penetrante de sus ojos. Su particular lucha por dar a conocer algunas de las cosas que pasaron para que no se vuelvan a repetir. Y lo que más me sorprendió fue que este poeta salmantino, nacido en una alquería de Alconada a escasos kilómetros de la capital del Tormes, no tenga ningún homenaje representativo en Salamanca.
Hay un dicho que dice "Quod natura non dat Salmantica non praestat" (Lo que la naturaleza no da, Salamanca no te lo presta) pero también hay una realidad que subyace así: "Sus instituciones y políticos no reconocerán a nadie de aquí hasta que no vengan otros de fuera y en una dura terna se lo muestren y les convenzan, dejándoles en una texitura poco halagüeña". Alguno para justificarlo diría "Nadie es profeta en su tierra".
¿Quién es Marcos Ana? En este vídeo se explica quién es y él mismo lo cuenta 
Ni que se hable de él en los colegios, ni que se de a conocer en los institutos, ni en el contexto de la vida cultural de la ciudad. Una verdad demasiado tiempo silenciada. Por otro lado no sé de qué me extraño si el genial Antonio Colinas, ha sido declarado hijo adoptivo hace menos de 3 años y supuestamente tiene una calle aunque yo todavía no la he encontrado, no sé si al final la habrán puesto o no. Esperemos que el nonagenario poeta Fernando Macarro (Marcos Ana es su pseúdonimo recogiendo los nombres de sus progenitores), gracias a que muy recientemente ha sido galardonado Premio de Castilla y León de Valores Humanos 2013 tenga por fin el reconocimiento que se merece.

Marcos Ana, silencio de un poeta en su tierra.

Patxi López le entrega Premio Renné Cassini por la defensa y divulgación de los derechos humanos

Queda la espinita de que siempre son "otros" los que se dan cuenta y valoran primero lo que tenemos en casa y, es en León y en Castilla, para esto apenas hay diferencias, donde a nuestros políticos les hacen sacar los colores y siempre tarde muestran con un banal apego carente de emoción y de falta de amor a su tierra, lo que de verdad importa a la cultura y a su comunidad. El Lehendakari Patxi López ya le entregó un premio de similares características en 2010.

Vivir para los demás es la mejor manera de vivir para uno o Una buena memoria histórica es la mejor vacuna para las nuevas generaciones son algunas de las frases que Marcos Ana repite una y otra vez, en su blog, en sus entrevistas. Precisamente es a la juventud, al divino tesoro del que también hablaba Miguel de Unamuno es a quien ha dedicado su último libro "Decidme cómo es un árbol"  sus memorias publicado a finales del diciembre pasado.
Es una lástima en un país y en una tierra que ha dado tanto al mundo, que maltratemos tanto a los de casa, y que sean otros los de fuera los que vengan a quitarnos la venda para que cuando alguien haya muerto... (esperemos que aguarde muchos años para ello) podamos aplaudir a manos llenas. ¿Para qué? ¿Para limpiar nuestra conciencia?

Marcos Ana, silencio de un poeta en su tierra.

Casa natal de Marcos Ana en San Vicente.

Por lo menos en su alquería de San Vicente donde nació ya es "Profeta en su tierra", ya pueden los niños jugar en el Jardín de la alegría y en un muro, en una esquina leer con orgullo una placa dorada donde emocionarse y reconocer quién fue uno de sus vecinos más ilustres, pero esto no es una cuestión de ego, sino de educar en valores a los más pequeños. Quienes lo hagan se acercarán a sus libros, a sus poemas y aprenderán poesía en las escuelas, aunque algunos la llamen el "género de géneros", a este paso poesía se convertirá en una app para móvil donde jugar con otros desde lejos a escribir palabras.

Marcos Ana, silencio de un poeta en su tierra.

Placa de homenaje a Marcos Ana al lado de su casa natal

Que lo pasado con Adolfo Suárez no se repita con Marcos Ana, que Antonio Colinas tenga ya una colegio o un instituto de Educación Secundaria con su nombre y otros muchos reconocimientos que se quedan en el tintero. Si la Historia la hacen las mujeres y los hombres buenos, aquellos de los que apenas se habla, que nuestra voz se oiga alto y fuerte como una onda en el agua, aunque suene hoy y luego ya no suene. Por favor saquemos del silencio a un poeta en su tierra para que todos puedan sentirse orgullosos de lo que se puede hacer en una celda, durante tantos años, cuando se acalla a la democracia, para supuestamente amar a la patria. Vivir para los demás es la mejor manera de vivir para uno.

Quizá como escribía Calderón de la Barca en "La vida es sueño":
          ¡Ay mísero de mí, y ay infelice!
           Apurar, cielos, pretendo,
           ya que me tratáis así,
           qué delito cometí
           contra vosotros naciendo.
           Aunque si nací, ya entiendo
           qué delito he cometido;
           bastante causa ha tenido
           vuestra justicia y rigor,
           pues el delito mayor
           del hombre es haber nacido.
             
           Sólo quisiera saber
           para apurar mis desvelos
           --dejando a una parte, cielos,
           el delito del nacer--,
           ¿qué más os pude ofender,
           para castigarme más?
           ¿No nacieron los demás?
           Pues si los demás nacieron,
           ¿qué privilegios tuvieron
           que no yo gocé jamás?

Al igual que a Segismundo, a Marcos Ana le tocó preguntarse muchas ve-ces por la libertad, por los privilegios, ¿por qué nacer o dejar de nacer en un lugar u otro, es tan diferente que nos puede llevar a ser reconocidos o a morirnos sin que nadie nos escuche? Quizá por ello su corazón y el de  todos; y sobre todo el mundo, debería ser un patio...


Mi corazón es patio... Chema García

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