Mares de lavandas en la Provenza Francesa

Nuestro viaje terminó ya algunos días y aprovecho para comentar aquellos paisajes y espacios que me han parecido impresionantes y dignos de recordar para siempre.La provenza francesa es bastante amplia, con un calor sofocante ahora en Julio, hemos recorrido algunas de las zonas que deseabamos.
 Allí donde la mirada va, se encuentran estos maravillosos mares de lavanda. Nosotros solo pudimos visitar Valensole, pero la ruta de la lavanda es muy amplia. La lavanda utilizada en la Provenza suele ser Lavandula spica o también conocida como Lavandula latifolia y la Lavandula vera o Lavandula officinalis. Estas dos especies predominan en los campos del sur de Francia, que junto con los campos dorados de trigo, se hace impresionante la vista.
A su vez los campos de lavanda, se combinan con esos pueblos "colgantes" de las rocas y montañas cercanas. Todos ellos maravillosamente cuidados, supongo que por el turismo. En todos ellos se venden, los "souvenirs" sobre lavanda, como jabones, colinas, perfumes, postales de esos campos, recuerdos de la zona, los propios ramilletes de lavanda, etc.
Es necesario bajar del coche, para poder no solo oler ese aroma tan familiar, sino escuchar el zumbido de los abejorros, avispas y otros insectos que disfrutan del paisaje. También se me ha olvidado comentar que la miel de la zona también es importante, que se hace lógico al ver a las abejas trabajar sobre las espiguillas de las flores moradas.Nosotros tuvimos oportunidad de desarrollar los 5 sentidos con este espectáculo. La vista, está claro lo llamativo de la lavanda en flor, pero no solo por su color, sino la textura de las plantas, todas ellas plantadas acompañando a la orografía del terreno.
En esta foto, que parece que la lavanda no termina, parece que no termina.
Esta claro, que el olfato detecta perfectamente el olor de las flores, tanto en los campos, como fuera de ellos, es un perfume que se extiende kilómetros y kilómetros, supongo porque al bajar de los coches, y ver esta maravilla, el olor se introduce en nuestras almas y nos marca por siempre, o quizás se impregnan nuestras ropas. Aunque más bien pienso que es uno de los perfumes que se recuerdan por los siglos de los siglos.

Además el tacto a la lavanda es agradable. No sé describir exactamente esa sensación, pero no es "suave", sino quizás un poco rugoso, que junto con su olor intenso y el espéctulo se hace muy agradable. Tuvimos también la suerte de visitar un maravilloso pueblo "Moustiers Saint Marie" literalmente colgado de la montaña, o de la roca, donde en un mercadillo, compramos una pastita con lavanda. El sabor era diferente, con cierto regusto amargo, pero no por ello despreciable, sino todo lo contrario.

No penseis que se me ha olvidado comentar el sentido del oido, pero antes he comentado, que el sonido, los zumbidos de los insectos, en los campos violetas, es espectacular.¿Cómo es posible que hubiera tanta cantidad de insectos? Pues menudo festín, pero igual que nosotros, los coches se paraban a los pies de los mares violetas, atraidos por todas las características. De hecho, nosotros vimos, que la policia prohibía que los coches pararan a los lados de la carretera.
Si quereis ver más fotos, aquí teneis:http://www.flickr.com/photos/espaciosvivos/sets/72157624320171409/