Tampoco recuerda algo que le puede resultar caro. Y es que su capo Rajoy y muchos de sus colegas peperos siguen pensando que la austeridad ha sido clave, algo que es un valor positivo que hay que reivindicar. Pues bien, Margallo se lo ha cargado de un plumazo.
Claro que una vez que se ha despachado le deben haber llamado al orden, porque ahora se atreve a decir que quien se ha pasado en el tema de la austeridad ha sido la Comisión Europea. ¡Hay que tener cara dura! Cuando dijo textualmente: “No es menos cierto, que nos hemos pasado cuatro pueblos en el tema de la austeridad”, resulta que el “nos” no se refería al PP, sino a Europa. Y añade, para más inri: “El gobierno ha rozado la santidad aplicando los recortes”. ¡Tócate las narices!
Esta rectificación es tan pobre que no es creíble, sin embargo, hagamos un esfuerzo y pensemos, haciéndonos el tonto, que es veraz. Y, entonces, me vienen a la mente las siguientes preguntas:
- ¿Es usted miembro del gobierno o me equivoco?
- ¿Dónde estaba usted cuándo la Comisión Europea nos estaba destrozando?
- ¿Alguien ha oído a Margallo quejarse durante los últimos cuatro años de lo que decidía la Unión Europea?
- ¿Acaso no ha participado Margallo en decenas de reuniones con sus colegas europeos sin que se le haya escuchado decir ni pío sobre los ajustes que nos han colocado?
- ¿Es que España es una simple sierva de Europa cuya única misión es obedecer?
- ¿No será que, con unas elecciones convocadas quiere conseguir votos de los que ha estado jodiendo durante la legislatura?
- ¿Pretende usted tomarnos el pelo?
En fin, una más de este gobierno, mentiroso y cínico. Y el tal Margallo dicen que era uno de los hombres que podrían sustituir a Rajoy. ¡Estamos listos! No es posible aguantarles más. Ojalá que, de verdad, el 26 de junio se acabe esta pesadilla.
Salud y República