Si alguien me preguntara por una buena película estrenada el año pasado, afirmaría contundentemente que esa es ‘Margin call’. Es más, casi añadiría excelente como apelativo más apropiado que buena. Muy, muy buena. No creo que sea algo que le haya pasado inadvertido al gran público, sin embargo es el tipo de film que tiende a pasar desapercibido, no lo suficiente excepcional como para cargarse de premios, tan genial estructural y formalmente que no se la puede dejar pasar como un estreno más.
La primera y única película de J.C. Chandor es un concienzudo ejercicio de autocrítica y concienciación socio-económica, tanto para sus compatriotas como para el resto del mundo que quiera ahondar en la introspección de nuestro destino crítico actual. Integrada en lo que podría ser una trilogía no orquestada, junto con los otros títulos recientes que afrontan el reto de contar sin pelos en la lengua lo que ha gestado esta crisis (hablamos claro está, de ‘Inside job’ y ‘The company men’), ‘Margin call’ intenta profundizar más todavía no en el hecho en sí, puntual, agónico, despreciable, que habría propiciado la caída de los mercados que hoy en día asola casi todas las economías mundiales, sino en ciertos factores que Chandor encuentra espeluznantes, como la evolución interior de los grandes magnates, la significativamente corta edad de los hombres que manejan en muchos casos el futuro de millones o la inquebrantable estabilidad de los poderosos frente a cualquier hecho que les afecte, previsible o no.
Según su mensaje, “ellos nunca pierden” y en algún modo acierta al conferirle a la película cierto espíritu de denuncia mediática y corporativa pues consigue que ese baile de géneros le aporte al film una inusitada proyección crítica bien intencionada y bien rodada. Le hace saltar del cine de político al thriller policíaco con una tensión contenida y bien administrada.
A pesar del hermanamiento que la cercanía de fechas de estreno y la temática similar les confiere a los dos títulos anteriormente mencionados y a ésta, ‘Margin call’ tiene casi más que ver con ‘Glengarry Glenn Ross’ y con ‘Wall Street’ con las que conformaría una verdadera trilogía fílmica de incalculable valor moral y excelencia visual cinematográfica, que en tres épocas distintas consiguen aunar discursos y técnicas de rodaje.
En el terreno interpretativo, no se podría decir menos que sobresaliente, tanto para el elenco protagonista como para la creación narrativa de sus personajes, así como el ejercicio de dirección de actores contenido y amparado principalmente en lo que no se dice, más que en lo que si se menciona, en unos diálogos frenéticos en la forma, a pesar de la tranquilidad con la que se encadenan escenas tensas con charlas distendidas que no parecen ser más interludios que marcan los entreactos de la clase de macroeconomía feroz que ofrece el profesor Chandor.
Kevin Spacey, un aséptico pero interesante Zachary Quinto (también productor), Paul Bettany, Demi Moore, perfecto Stanley Tucci y un Jeremy Irons en estado de gracia con cada nuevo papel dramático que le pasa por las manos, haciéndonos olvidar incluso a Gordon Gekko como arquetipo del todopoderoso de las finanzas. Actuaciones veraces para un proyecto que necesita de toda la contención que el director pone en el manejo de la cámara y de la fotografía para que la historia ruede con frialdad calculada y punto de vista incisivo y mordaz.
Película: Margin call
Dirección: J.C. Chandor Guión: J.C. Chandor
País: EEUU Año: 2011
Duración: 109 min Género: Drama, thriller
Interpretación: Kevin Spacey (Sam Rogers), Paul Bettany (Will), Jeremy Irons (John Tuld), Zachary Quinto (Peter Sullivan), Penn Badgley (Seth), Demi Moore (Sarah), Mary McDonnell (Mary), Stanley Tucci (Eric Dale), Simon Baker (Jared)
Producción: Michael Benaroya, Neal Dodson, Zachary Quinto, Robert Ogdent Barnum, Corey Moosa y Joe Jenckes.
Música: Nathan Larson
Fotografía: Frank G. Demarco
Distribuidora: Wanda Vision
Estreno en España: 21 octubre 2011