Tiene 12 años y le llaman "marginado"... porque no tiene móvil. Sus compañeros se creen superiores porque ellos sí lo tienen. Que algunos lo necesitan porque sus padres trabajan lejos o llegan tarde? Una minoría. Que la mayoría lo utilizan para jugar, los whatsapp y otras tonterías? Una realidad.
Yo aquí encuentro dos culpables. En primer lugar, no entiendo como algunos colegios permiten tener los móviles encendidos, cuando en muchísimos lugares los móviles tienen que estar apagados (centros médicos, algunos centros académicos, muchos lugares de trabajo...).
En segundo lugar, los padres, los maximos responsables, los que cometen la equivocación de creerse súper guays, cuando lo único que hacen es ir a lo fácil.
Lo difícil es hacer entender a nuestros hijos que no se puede comprar todo lo que piden, que estamos en una época muy difícil, que tienen que aprender a valorar las cosas importantes... lo difícil es luchar por la conciliación familiar y laboral, renunciar a muchas cosas, para tener tiempo para ellos, para poder abrazarlos, hablarles, escuchar sus problemas y poder hacer todas esas cosas que la vida nos ofrece y que poco tiene que ver con el comprar, comprar, comprar... poder disfrutar de la compañía mutua que, de hecho, son los recuerdos agradables e inolvidables que luego tenemos de mayores.
Pero esto es lo difícil.