En plena Guerra Civil Española, en la primavera de 1938, a causa de la inseguridad creada por los constantes bombardeos que sufre Barcelona, María del Blau y su madre huyen, de la mano de un familiar, a una apartada zona rural de Lérida. Lo hacen creyendo que en una masía aislada van a poder vivir con cierta tranquilidad mientras dure la guerra. Sin embargo, lejos de eso, se verán envueltas en una sucesión de acontecimientos inesperados que, unidos a sus pasiones amorosas, complicarán y pondrán en peligro sus vidas.
Blau conocerá tanto la grandeza de la verdadera amistad como la vileza del comportamiento inhumano y mezquino. Ella descubrirá hasta dónde será capaz de llegar a luchar por amor a su madre, y destapará los secretos familiares que la envuelven.
Editorial: autopublicado (2021)
Nº de páginas: 375
Formato: Tapa blanda / Versión Kindle
Precio: 17,68 € / 2,99 €
ImpresionesLas sorpresas llegan solas. También llegan acompañadas, es obvio. Ahora habría que decidir cuándo hacen más ilusión. María del Blau me llegó con las cariñosas palabras de la autora, Rosa Boliart, una simpática tarraconense que se estrena con una novela ambientada en la Guerra Civil y en la postguerra concomitante.
Son tantos los títulos que están naciendo al amparo de la contienda y de la represión subsiguiente, que se presentaba difícil a priori la narración una historia original, sin caer en tópicos. Pero creo que Rosa lo ha conseguido. Vaya que lo ha hecho: una muerte y poco más. No es novela de sangre sino una en la que los sentimientos cobran protagonismos. Imaginemos a tres amigas unidas por lazos que ni siquiera los dos bandos lograron cortar y una aventura, la que ofrece la vida misma, para ser vivida. No serán ajenos los personajes secundarios, quienes aportarán a la trama la tensión necesaria, comedida, que la autora dosifica con su pipeta literaria.
María del Blau es el nombre de una mujer valiente y, por extensión, la protagonista, una niña, que crece en rodeada no solo de circunstancias adversas sino del bucólico ambiente de las masías catalanas y las bondades y miserias de los masoveros que, forzosamente, se relacionarán con ella. El callo de la vida irá fortaleciendo a la mujer que termina convirtiéndose en mariposa tras permanecer en el capullo más tiempo del estipulado. Barcelona la esperará en la distancia, llena de recuerdas, gracia y secretos, porque, reconozcámoslo, los secretos aportan a toda historia ese algo tan especial que termina agarrado a nuestro corazón.
Pero María del Blau es también una novela, un libro que permanece firme en las manos, regalando emoción, incertidumbre, tranquilidad, inquina e incluso relax, una mezcla de sensaciones agradable que permiten avanzar página a página hasta alcanzar el fin deseado, un desenlace que cada lector deberá descubrir y evaluar; solo entonces el trabajo realizado será juzgado y se dictarán las sentencias pertinentes, tantas como valientes y aguerridos lectores se asomen al mundo íntimo que Rosa Boliart nos ofrece en bandeja de plata.
Sería casi inconcebible que no hubiera malos, muy malos o medianamente malos para equilibrar la balanza de afectos de la historia. Boliart opta por Ismail, un sargento magrebí del bando nacional, pero bien podría haber hecho lo propio con cualquier otro secuaz libre de escrúpulos que incidiera en la vida de la joven con saña y ganas de vejar la inocencia, pues toda guerra acaba con la inocencia antes de fortalecer el carácter de quienes se ven obligados a superarla para colaborar en la reconstrucción de los escombros materiales, morales y sentimentales que, como huellas perennes, aparecen durante y tras todo conflicto.
Tras leer María del Blau quiero viajar a Lérida y recorrer sus montañas y valles, quiero hospedarme en una masía, deseo que la brisa acaricie mi rostro cerca del arroyo en el que tantas veces se lavó la sangre de una España herida de muerte, y proclamar a voz en grito que me siento libre. Después pasaré a degustar la escudella que con tanto afán preparaban y preparan mujeres y hombre que, como Irene y Sofía, sabían que constituía el sustento que podría llegar a tardar en renovarse en estómagos cada vez más necesitados de comida y de mariposas que hicieran resucitar la alegría que una vez se perdió.
El estraperlo era una realidad, como también lo fue la usura. La sinrazón vence en cuando la dejamos actuar. Es la justificación de personajes como Quim, que retratan a quienes se sirvieron de su posición como tenderos afines al bando ganador para enriquecerse. Arnau, en cambio, se muestra neutral a pesar de poseer su propio catálogo de ideales, que somete al cuidado de aquellos a quienes más quiere y a los que se debe. El amor, el cariño, dejan una huella importante a lo largo de las 362 páginas en las que recomiendo perderse: no hay mejor refugio que una buena lectura.
Rosa Boliart, no te conozco más que por tus palabras, pero estoy convencido de que este abrazo que nos estamos dando a ojos de todos, durará en el tiempo. Es por ello que te envío un fuerte abrazo, te deseo grandes éxitos en tu aventura y te cito en la publicación de un nuevo libro.
Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez
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