La verdad que escuchar enardecida y fuera de si a la diputada MCM, ofender al Presidente Chávez, olvidando o haciendo de lado que se trataba del primer magistrado y del ser humano mas amado por la mayoría de venezolanas y venezolanos, es otra demostración del desprecio que sienten por el pueblo llano, por la equidad, la justicia y el proyecto de país que estamos construyendo.
Durante el discurso, MCM no movía ni un solo músculo de la cara, intentando demostrar que lo dicho por el Presidente no le interesaba, o quizás no lo comprendía porque son otras las cifras que les facilitan sus asesores que, por supuesto, ellas y ellos creen, para hacer más patética su verdad virtual.
Frente a este acto de leguleyismo de género, que le movió el piso de rabia a mas de la mitad del país, surgió la respuesta con lenguaje no sexista, recomendación y todo de María (la buena) que dijo cuatro verdades y una mas. 1) lamentó que haya sido una mujer, 2) lo ofende no solo frente a nosotras y nosotros si no que lo hace de cara al mundo, 3) solicitó sanciones ante el grosero vilipendio, a las autoridades del parlamento y el país. Y cerró con broche de oro al pedir excusas al Presidente Chávez, en nombre de todas las mujeres del país por permitir, dada la falta de trabajo político, que una mujer como MCM ocupara hoy un puesto que no merece en la Asamblea Nacional ¡¡que le queda grande, pues!!
Viva María, esa es mi María, la leona, defendiendo a su chavito. La intervención de María León, con toda certeza, bajo la “crespación “que se sintió en el hemiciclo y que perforó nuestras TV. La ansiedad e impaciencia que se apodero de todos y todas fue cesando con la misma sensación de alivio que produce un buen abrazo.
Es triste que las mujeres de la bancada de oposición, continúen pensando que es con una actitud macha que podemos demostrar autoridad, hacernos sentir o que nos visibilicen. Conducta que –de paso- dicen rechazar, porque es una de las críticas mas fuertes que hacen a “la fosforito” (a quién también amamos).
(*)Periodista