María Marcos Cedillo fue la primera piloto mexicana y orgullosamente potosina en demostrar su gran capacidad de operar aeronaves. Nació en Palomas, Ciudad del Maíz en 1900 y fue sobrina del caudillo potosino Saturnino Cedillo.
De 1927 a 1931, su tío fue gobernador del estado de San Luis Potosí y fundó la Escuela Civil de Aviación; María fue de las primeras en ingresar a sus filas como alumna, donde en poco tiempo ya realizaba vuelos de grandes distancias. Ahí conoció a Florence Barnes, de Estados Unidos, conocida como Pancho Barnes, quien la inspiró en su gusto por los aviones.
María bautizó su avión, un Avro 540K, como “El Ángel del Infierno”, leyenda pintada a mano en los costados de su aeronave por ella misma, pues hacía referencia a la expresión de su tío, quien no compartía con ella su afición por esas “máquinas del infierno”.
El 6 de junio 1933, cuando María Marcos subió a su avión “El Ángel del Infierno”, acompañada de su alumno José Ramírez, para realizar acrobacias en el aire, la osadía de la piloto y su experiencia de tres años en el aire no lograron contrarrestar los fuertes vientos, que provocaron que su avión se estrellara en la loma Los Valentinos, exactamente donde ahora se levanta el asta monumental en San Luis Potosí. Al saber la noticia, Saturnino Cedillo cabalgó hasta ese lugar y vació su pistola contra los restos del avión en que pereció su sobrina.
La piloto descansa en el panteón de El Saucito y, presuntamente, los restos de su avión fueron enterrados justo en el lugar donde se estrelló su nave, actualmente calle Técnica 144, en la Zona Universitaria, por órdenes del general.
Su historia ha inspirado a otras mujeres que decidieron viajar por los aires, como Emma Catalina Encinas e Irma Walker Limón.FUENTES: CONGRESO DE SAN LUIS POTOSÍ, 06 DE MAYO DE 2015
AUTORA: ABRIL FRANCO