María María Jesús Montero, arrojada por Sánchez al infierno andaluz

La actual ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, la política más odiada de España después de Pedro Sánchez, ha sido enviada al infierno andaluz para que arrebate el poder a Juanma Moreno Bonilla. Muchos andaluces la reciben con una alta dosis de rechazo y la califican de traidora que regresa a Andalucía tras haber destrozado su sanidad y disparado los impuestos. Tampoco olvidan lo que piensa media España: que ella ha sido la peor ministra de Hacienda desde la muerte de Franco y que sus numerosos impuestos abusivos y confiscatorios han esquilmado a los ciudadanos y a las empresas. Pedro Sánchez no le ha hecho favor alguno a Marísú enviándola a una Andalucía que rechaza claramente al PSOE por los años de corrupción y atraso, por los EREs y por la arrogancia y corrupción de gobiernos socialistas como los de Chaves y Griñán. No es una promoción sino un castigo. Pedro Sánchez, que sabe que ella está implicada en los escándalos de corrupción que azotan al gobierno, la ha enviado a Andalucía para que allí perezca como política, derrotada por un pueblo que se siente a gusto con Juanma Moreno Bonilla y que odia la larga etapa en la que el socialismo gobernó Andalucía como si fuera su propio cortijo, donde los señoritos socialistas "reinaban" sobre unos ciudadanos tratados como jornaleros y súbditos. Marisu, a la que sus adversarios acusan de ser una choni hortera sin el estilo ni el empaque que serían necesarios para ser ministra del Reino de España, es una representante del pasado socialista que ya ejerció como consejera en los tiempos corruptos de los EREs y que ha llegado mencionando al Che Guevara, recordando el "No pasarán" de la Pasionaria y su pertenencia al gobierno andaluz más corrupto de la Historia, autor de escándalos tan terribles como el de los EREs. Su única ventaja es que va a sustituir como jefa del PSOE andaluz a un Juan Espadas gris, de perfil intelectual plano y sin una gota de atractivo como dirigente. --- Lo disimulan para engañar, como hacen siempre, pero han enviado a María Jesús Montero a que se estrelle en Andalucía porque ya estorbaba a Pedro Sánchez y porque su implicación en el escándalo Ábalos-Koldo se ha vuelto una amenaza para el sanchismo.

También ha influído en el exilio forzoso el hecho de que ella sea la más rechazada del gobierno por los ciudadanos, detrás de Pedro Sánchez y por delante de Bolaños, la Yoli y Oscar Puente.

Su llegada a Andalucía como mensajera del pasado, alabando al asesino Che Guevara, a la Pasionaria y gritando el guerracivilista "No Pasarán" ha sido una insensatez que marcará su futuro en la contienda andaluza.

Los andaluces no están entusiasmados con Juanma Moreno, al que reprochan su suavidad y poca beligerancia con los antiguos socialistas, que todavía dominan muchos servicios y poderes en Andalucía, pero prefieren la suavidad tranquila del actual presidente y la ausencia de corrupción visible a los abusos, arbitrariedades y suciedades del socialismo en los tiempos en que María Jesús fue consejera y miembro destacado de la Junta, ya derrocada.

Pero los andaluces saben que si María Jesús Montero llegara a recuperar la Junta para los socialistas, regresarían los choriceos, los robos, los impuestos confiscatorios como el de las herencias, el amiguismo, el nepotismo y el deterioro de los servicios y de la vida pública.

A María Jesús le espera un largo y penoso camino en los que tendrá que recomponer el socialismo andaluz, quebrado, desmoralizado y rumiando derrota, además de convencer a los andaluces de que ella no es un remedo hortera del sanchismo y que no viene a Andalucía para reeditar los viejos tiempos del atraso, la corrupción y el trato humillante al pueblo.

Francisco Rubiales