Revista Cultura y Ocio
María Negroni .- Fata Morgana
Publicado el 09 marzo 2018 por Biblioteca Virtual Hispanica @BVHispanicaVenecia completamente hundida. Sólo se ven los duomos, estatuas sobrelos duomos, el cobre de algún campanil. En la tarde, el agua tiene elcolor de los espejos falsos. Melancolía en gris, duelo a la deriva. Pasaun zapato de charol negro, enorme, de taco altísimo. Féretros envueltosen terciopelo rojo se mecen en el agua, como góndolas. Pienso; Estoya salvo. El cementerio es esta isla amurallada. No hay nadie más que yo,e hileras de camisas con corbata (siempre en tono gris), manos quesalen de la tierra, si uno levanta una de esas manos, aparece una mujeren vestido de otra época, al instante se desvanece, su expresión no esinfeliz.. (Siguen los ataúdes, siguen los espejos bajo la tarde en vilo.)Una bufanda azul se agita sobre una cruz, una fecha improbable sobreun muro. Entonces aparece el ángel con una pluma en la mano y dice:—Ahora, cierra los ojos y vuelve a perder el sitio de tu extravío.