Cuando muchos aún estamos recuperándonos de Una Forma De Hablar, y tras ese avance/acto de convicción que es Haz lo que te dé la gana, Maria Rodés, reaparece en escena con un disco gigantesco.
Regresa armada con menos inocencia y más oscuridad, y esos sueños triangulares por momentos podrían ser pesadillas cotidianas, véase el caso de Mirall.
Gritos a la supervivencia a cualquier precio como en el caso de Cae Lo Que Fuego Fue y "vengo a decirte que esperaré una señal de debilidad para incendiar tu creatividad, no conseguirás anularme" es la muestra de ello.
Algo Y Nada A La Vez que al escucharla se entiende perfectamente el título (y no por la letra), o la simplemente maravillosa Transiciones, que nos transporta por sonido al mundo de Ramón Rodríguez (The New Raemon), con el cual ha compartido micrófonos más de una vez, que se ha transformado con el paso de los días en mi favorita del disco.
También tiene la osadía suficiente para arriesgarse con "boutades" como Lejos de Pekín, un poco desquiciada; o Lotería, una locura encantadora gracías sobre todo a su piano.
Un disco como el espejo de los cuentos, con apariencia normal, pero que si entras en él, te lleva a otros mundos no sé si maravillosos, y para servidor, catalogable en la estantería como el reverso perverso del también onírico Anem Al Llit?, de Albert Pla.
Cargada de experimentación y talento solo puedo augurar que aquí tenemos artista para rato. Escucha las canciones en su Bandcamp, si aún no has tenido el gusto.