Han ido pasando los años y esta hija querida ha seguido siendo la guía, el señuelo, para todos, hasta el punto de que su condición de primogénita ha prevalecido por su dedicación a la familia y atención a sus padres y hermanos.
Hoy, como orgulloso padre, no puedo menos que proclamar al mundo el cumpleaños de esta hija querida, y mostrarme orgulloso de su bondad, de su dedicación a la familia, de su laboriosidad, en una palabra, orgulloso de que sea mi primogénita.
Esta loa a mi hija Maria Rosa vuelvo a repetirla un año más, con mi enamorado beso paterno y el abrazo lleno de cariño de su progenitor, bajo el cual se esconde el de toda la familia, que le desea la salud, el bienestar y el amor que bien merece.
Elevamos nuestras súplicas al Buen Dios y a la Virgen de los Desamparados, para que le siga protegiendo y continúe premiándonos con sus esencias de buen hacer y entrega, de los que nos ssentiremos orgullosos por siempre
“Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil, un padre es el que da el amor”Denis Lord (1900-1957) Novelista canadiense
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA