Revista Insólito

Mariano José de Larra

Publicado el 18 diciembre 2015 por Monpalentina @FFroi
Romántico a su pesar, progresista en medio de una sociedad ignorante y abúlica, incisivo y contradictorio, Larra amó a España y por eso mismo denunció sin cesar los defectos que veía en los españoles.
Mariano José de Larra
Dotado de una gran sensibilidad, incorpora toda la angustia nacional en sus escritos y es un claro precedente del patriotismo crítico contemporáneo, que será reivindicado e imitado por los autores de la Generación del 98.

Mariano José de Larra nació en 1809 (en plena Guerra de la Independencia) en la Casa de la Moneda de Madrid, donde su abuelo cumplía funciones de administrador.

Su padre era médico y simpatizaba con los franceses, razón por la que toda la familia se exilió a Francia cuando el pequeño tenía cinco años.Toda su infancia la pasó en internados lejos del cariño de sus padres, y quizá ésa será una causa importante de su pesimismo y de su amargura.

Se casó muy joven con Pepita Wetoret, con la que tuvo tres hijos; pero su gran amor fue Dolores Armijo, una mujer casada, cuya negativa a volver con él fue el desencadenante de su muerte, cuando el escritor pasaba por uno de sus momentos más bajos. Sin embargo, yo no creo que Larra muriese por amor, sino que el amor habría podido salvarlo y no lo hizo. Él ya estaba perdido, hundido en un funesto pesimismo antes de entrevistarse con Dolores y de pegarse un tiro. Había escrito poco antes un artículo titulado «Día de Difuntos», que es su testamento político, la elegía de un liberal progresista que presencia el entierro de sus propias esperanzas: después de una incursión por el cementerio, leemos: «Mi corazón no es más que otro sepulcro. ¿Qué dice? Leamos. ¿Quién ha muerto en él? ¡Espantoso letrero! Aquí yace la esperanza…»

Aunque escribió poesías y teatro, Larra encontró en el periodismo el mejor modo para expresar sus ideas. Su crítica sobre la sociedad española abarca la falta de interés por la cultura, la pereza de la burocracia, el falso patriotismo, la hipocresía, la pedantería y la estupidez, la intolerancia… Su frase de que «si un pueblo reconociese su atraso ya no estaría realmente atrasado», es proverbial en mi opinión.

Con Larra nace el Ensayo moderno. Por eso y por la gran valentía de que siempre hizo gala al exponer sus opiniones políticas en la época absolutista, aun a riesgo de su propia vida, queremos dedicarle hoy un recuerdo lleno de admiración.


Título original: Dos siglos con Larra
Mariano José de Larra

Sección para "Curiosón" de Beatriz Quintana Jato.



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