Revista Opinión

Mariano-Soraya-Alberto de Rajoy

Publicado el 18 septiembre 2013 por Rgalmazan @RGAlmazan

Al final todo es igual. Les da lo mismo, ocho que ochenta. La única premisa es seguir al líder, aplaudirle cuando dice que se equivoca, continuar su discurso, así son todos los peperos conocidos, clones del líder (¡y qué líder!), brazos de madera siempre dispuestos a hacerle el caldo gordo. Todos menos Aguirre, que esa lo que espera es ser la gran lideresa, y eso le mueve a jugar a la contra, a ir por libre, aunque no se sabe qué es peor, si el remedio o la enfermedad.

Rajoy Gallardón Sáenz de Santamaría

Pues sí, hoy va a hablar en el Congreso Mariano-Soraya Sáenz de Rajoy y Alberto-Mariano Gallardón de Rajoy, aunque lo podría haber hecho Alfonso-Mariano Alonso de Rajoy o Mariano-Rafael Hernando de Rajoy. Da igual. Todos tratan de ser clones del gran capo. Seguir su línea, sin preguntarse por qué, ni por qué no. Es lo que tiene el fanatismo, el seguidismo irracional.

Hoy, veremos responder dos preguntas dirigida al líder, por un lado, a un Mariano bajito, con curvas, melena y sin barba, más presentable, con una careta de Soraya Sáenz de Santamaría. Por otro, con una máscara de faraón, llena de facturas sin pagar con una imagen de la Puerta de Alcalá. Pero no nos engañemos, es él, en ambos casos. El gran Mariano, vestido de mujer y con pinta de repipi o vestido impecablemente con pinta de sabihondo.

Antes desaparecía o no contestaba o respondía otra cosa, o lo hacía por plasma. Ahora no. Ahora por fin da la cara: la cara de la vicepresidenta o la del Justiciero mayor. Como tiene que ser, no vaya a ser que se la partan. Un ser triste y cobarde no puede estar todo el día en candelero, debe dejar que sus clones se luzcan. Un equipo es un equipo. Sobre todo cuando todos son iguales.

Hoy pondrá cara amable, cara de buena o de niño bien. Es necesario buscar otra cara, que no esté tan gastada, para hablar de Bárcenas. Para decir lo mismo. Sin salirse de la letra oficial, la que dicta el líder.

Y Bárcenas seguirá, allá en su mansión de Soto del Relax, viviendo una nueva vida. Jugando sus cartas, las que tenga. Mientras que fuera sus ex-compañeros le detestan y le temen, él juega al dominó, fuma puros y espera y recuerda aquel proverbio chino que dice: Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo (aunque antes fuera tu amigo íntimo).

Que así sea.

Salud y República


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